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El regidor que no amaba a las mujeres

Por E. Sarah Goza / /

queperra ident

Es una maravilla ser de la socialité canina poblana. Ya saben con eso de que me voy a tomar el café con mis amigas perritas —mascotas de políticos— o me llevo a la cama a uno que otro semental como el viejo Pastor Inglés del matrimonio Chumacero-Alcalá, es que me entero de tanto chisme.

Y en efecto, hace días recibí en mis aposentos a ese perrote, tan grandote, tan fuerte, tan peludo, tan todo, pues el pobre se siente tan desplazado por la llegada del próximo bebé y como necesitaba un poco de atención porque ni mis amigos Kari y Edgar lo pelan, recurrió a mí.

Aaaaag, aaaaag, aaaaaaaaaagggggg, tengo mucha sed.

No es que sea una perra de la calle o una perra loca, creo que son los calores que me ponen en brama y cuando un perrote como éste llama a tu puerta para pedirte caricias y lamidas, ni modo que se las niegues, al menos yo no, mi religión me lo prohíbe.

Total que después del cuchi cuchi, del columpio, de que nos echamos uno de a sabueso, lo invité a cenar. Le di un kilo de croquetas, lo dejé tan agotado y hambriento que el pobre perro repitió tres platadas de Proplan.

Guuuuuau, guauuuuuuuu, guauuuuuuuuuuuuu.

—Guauuu, guauuuu, cuéntame un chisme— le dije ya que no todo puede ser sexo, por más que nos quedamos pegados, no nos embarazamos.

—Guuuuu, guuuuuuu (ladrido de perro alfa, pelo en pecho, lomo plateado) pues no hay mucho que contar. Sólo que mi ama anda muy indignada con un regidor que dijo que las mujeres llegan a puestos importantes por sus nalgas y sólo las bonitas.

Grrrrrrg, ggggggggrrrrrr, grrrrrrrrrrrrrrr, me dieron ganas de morder a ese regidor por misógino y machista. Me puse como perra de mercado, perra boca arriba y empecé a ladrar con tanto odio y furia al escuchar esa declaración tan... tan.... Taaaaaaaaann... bueno qué le podemos pedir a ese muchacho.

—Cálmate mi amor, yo qué culpa tengo si no más te estoy platicando— me dijo mi amante perruno.

Tiene razón mi peludo amante, la culpa no es de él sino de ese regidor del PT cuyo nombre no quiero revelar pero empieza con Z y acaba con eferino.

Me di a la tarea de investigar más a fondo todo lo que dijo este misógino, machista, potencial golpeador y asesino de mujeres.

Guauuu, guauuuuuu, guauuuuuuuuuuuu.

Usé mis dotes de perrita encantadora e inocente para echarme junto a él y escuchar con mis orejas biónicas toda la bola de tonterías que dice al día. No saben cómo la sufrí, me pisó, me escupió, y ni mi popo levantó, hasta me dijo “¡perra cochina!”.

Y yo le respondí enérgicamente y apunto de morderlo “¡Pues más perro y más cochino eres tú!”.

Pero para ese día, ya había escuchado todo lo que necesitaba.

Guauuuu, guauuuuuu, guauuuuuuuu.

Fíjense que por lo que escuché. Su comentario tiene una destinataria, una representante popular que llegó a su cargo y a ser alguien según él por saber menear la cola a los perros gordos.

Aquí entre nos ¿Quién es Zeferino Martínez y por qué no está barriendo los pelos que tiro?

Jamás había escuchado de él, no hay datos o información de que haya hecho algo trascendente como diputado o regidor, cuyos cargos populares los ha obtenido de forma plurinominal.

Entonces me pregunto ¿Con qué méritos ha logrado estar donde está?

Guauuuuu, guauuuuuuu, guauuuuuuuuuuuu.

Ay regidor, para la otra que quiere referirse así a las mujeres ojalá se muerda la lengua, porque usted mucho trabajo y muchos méritos tampoco tiene.

Lo peor de la desfachatez, el día que todos descubrieron su misoginia y machismo, fue en una Comisión de Igualdad. Cuando empezó a escupir su veneno contra las mujeres, sus compañeras regidores Karina Romero, Ana Karen Rojas, Silvia Argüello y Gabriela Viveros, le echaron miradas para que se callara, le dieron patadas por debajo de la mesa, tosieron, estornudaron, fingieron un desmayo o que se estaban ahogando y ni así cerró la boca.

Guauuuu, guauuuuuuu, guauuuuuuuuuuu.

Karina hizo: mmmrr, mrrrr mmmrrr (léase en tono de tos)

Silvia estornudó: AAAAaaaaa cashateee (estornudo).

Gaby le pateó la espinilla derecha.

Y Ana Karen le lanzó miradas inquisidoras.

Lo que se les olvidó a estas sabias regidoras, preocupadas por la metida de pata de su compañero, es que estaban ante un misógino, machista, potencial golpeador y asesino de mujeres, por lo que ninguno de sus esfuerzos tuvo frutos.

No conforme con evidenciarse, el muy cínico macho días después fue con cada una de las regidoras, todos pensaríamos que disculparse, pero nooooooooo, fue a decirles que él no había dicho eso, cosa que hizo enojar a las regidoras.

Yo tengo una propuesta para re educar a tipos como Zeferino, por cada mujer que se encuentre en la calle que le dé una cachetada.

Y yo, yo lo morderé con todo y que me dé la rabia.