Lo veo y no lo creo. Este muchacho tiene muchas facetas, pero ninguna de ellas le acomoda, es algo así como Alvin y las Ardillas aunque con la sangre pesada y no tan talentoso, así es Moreno Valle que de político frío y cruel pasó a ser un comediante de 10, o al menos eso pensó él.
No conforme con haber sido gobernador, tratar mal a la gente, endeudar al bello estado de Puebla, hacer obras de relumbrón —como diría mi amiga Blanquita Alcalá— y sumergir a Puebla en una ola de inseguridad como nunca antes se había visto.
Guauuuu, guauuuu, guauuuu.
Ahora Moreno Valle nos mostró una faceta que no le conocíamos y que se la tenía bien escondidita y por el bien de todos, espero que siga escondida porque la verdad no le sale.
Sí, nuestro querido y adorado RMV mostró su "talento" como comediante, o bueno esta nueva modalidad llamada "standopero", qué Sofía Niño de Rivera ni qué nada, adiós al Camaleón Dorado, a Platanito y los de Guerra de Chistes. Le diremos adiós a Adal Ramones y sus "Stand parados", pues llegó alguien con más talento que les comerá el mandado.
Guauuuu, guauuuu, guauuuu.
O al menos eso creyó Moreno Valle en la presentación de su "libro" llamado "La fuerza del cambio" que no es más que una serie de fotos de su vida con algunos pies de foto y anotaciones, hasta parece que era su informe de gobierno.
El caso es que mientras presentaba su libro, se le ocurrió dejar atrás su personalidad acartonada, rígida, robótica y cero expresiva para dar paso a un nuevo Moreno Valle más chistoso que Polo Polo o Jorge Falcón.
O al menos eso le hicieron creer los asistentes a la presentación de su libro, y es que parecía que les pagaba por reírse, que los amenazó para que se rieran, o simplemente se reían para quedar bien con él.
Guauuuu, guauuuu, guauuuu.
Ahora sí, literal, parecía una guerra de risas y quién se riera más fuerte iba a ser el candidato o candidata a la gubernatura o a la Presidencia Municipal de Puebla, todos se querían congraciar con él y poco les importó fingir la risa, hasta sacaban unas carcajadas tan naturales, espontáneas, dignas de las señoras de Polanco que dejan sordo a cualquiera.
Hasta parecían risas de efecto de risa, de esas que les ponen a los programas aburridos de Televisa y TV Azteca, pero qué es lo que les causaba semejantes y tan naturales carcajadas.
Chan, chaaaaan, chaaaaan.
Guauuuu, guauuuu, guauuuu.
Ni más ni menos que los chistes de su amo y señor. Desde su letra palmer combinada con la letra molde, que sinceramente no le encuentro la gracia, hasta su evidente machismo al revelar que no le hubiera dado permiso a su esposa Martha Erika de aventarse en paracaídas, hasta su falsa modestia y honradez cuando aseguró que devolvió un sobre amarillo con su quincena adentro.
Guauuuu, guauuuu, guauuuu.
No sé si soy yo, si seré muy amargada, es mi mala voluntad a Moreno Valle, pero creo que sus chistes son tan patéticos como él y más patéticos la bola de lambiscones que se reían a carcajadas sin sentido. Es más, me cuentan que Marcelo García Almaguer hasta se agarraba la panza y decía "Ya para, para, paaara que no puedo con tanta risa".
Que a Mario Riestra se le salieron las lágrimas de tanta risa, que Lozano hasta se tiró y revolcó en el piso, que mi adorada Genobaby gritaba y reía hasta ponerse morada, o que Verónica Sobrado hasta ventanas rompió con su melodiosa voz.
Guauuuu, guauuuu, guauuuu.
Pero yo por más que repito y repito el video, no encuentro los chistes. Tal vez soy yo la amargada e incrédula que duda de una faceta más de Moreno Valle, él que es autor de letras de canciones como la del 5 de Mayo, que es guionista de cine como cuando hizo la serie del 5 de Mayo que transmitió Nat Geo, que es ciclista, corredor, amante de los perros y hasta escritor.