Un día estaba yo sentada reposando el famoso “mal del puerco” cuando mi hijo mayor entró a mi habitación y me dijo “¡Ma tenemos que hacer ejercicio!”, me dio una pena que él tomara la iniciativa ¡Ay mis nervios!
Ya antes había intentado hacer un poco de ejercicio, pero varios fueron los pretextos que puse para no hacer ¡ABSOLUTAMENTE NADA!
Recuerdo cuando era yo una chiquilla hacia ejercicio, que si corría, que si disque jugaba futbol, andaba en bicicleta, patinaba ¡Vaya, hasta llegué a estar en los estatales en salto de altura! en fin, era yo una promesa para el deporte nacional.
Ya con mi primer hijo, pues trabajaba y estudiaba, honestamente no me quedaban ganas de hacer ejercicio, pero me conservaba. Es más, hace unos cinco años (perdón si sueno presumida) estaba yo en mi mejor momento. Al poco tiempo me embarace de mi segundo hijo y desde ahí he estado en un constante sube y baja de peso.
Amo comer ¡me encanta comer! soy súper antojadiza y seguro, igual que muchas de ustedes que están en casa, no nos damos cuenta y comemos con singular alegría, nos damos cuenta hasta que la ropa nos suplica que no la jalemos más o de plano no cierra.
No, no voy al gimnasio lo he intentado otras veces y termino dejándolo así solo porque sí. Opté por hacerlo en casa.
Bueno queridas lectoras, he decidido darme 30 minutos al día para ejercitarme. ¡No tienen idea de lo bien que me he sentido!, me ha unido más con mi hijo pre-puber, entre nosotros nos retamos para ver quién resiste más.
Se vale que nos demos chance de hacer algo para vernos y sentirnos mejor, he terminado con las piernas temblando y sudando terriblemente, pero también es una manera de demostrarles a mis hijos que debo terminar lo que comienzo, no dejarlo a medias.
Quizá no termine como Emily Ratajkowski, ¡es más quizá no termine como cuando tenía 18 años! pero, sí bajaré esos kilitos de más que he ganado en estos últimos meses.
Y si seguimos así, quizá hasta a una carrera me inscriba con mi hijo. Chance no lleguemos en el 1° y 2° lugar pero nos dará la satisfacción de haber cumplido una promesa a nosotros mismos.
¡Ustedes pueden! ¡Lo merecen!
Les dejo aquí el canal de You Tube que yo sigo y en el que me apoyo para mis rutinas Gym Virtual, aunque hay muchos más.