Ya se acerca el DÍA DE LAS MADRES por lo cual les suplico que no les regalen a sus madrecitas electrodomésticos para que les hagan de comer o les laven y, si van a su casa a comer ¡Ayuden y laven los trastes sucios mínimo!, NO pedimos mucho de regalo, cada uno de ustedes sabe que les gusta a su “jefecita” y ellas son las más conscientes de la situación económica, les aseguro que no se pondrán exigentes pero cosas para que trabajen más el 10 de mayo ¡NO!
¿Qué sería de una madre sin sus frases célebres? Cuando era chica juraba que jamás diría una sola de esas frases, años después en pleno regaño salió una FRASE DE MADRE, y pues no sabía si seguir el regaño, o reírme de mi misma.
Pensé en las frases más celebres de las madres, aquí algunas:
¡En esta casa no hay sirvienta! y sí, efectivamente no hay, lo terminas haciendo tú o usas tu poder y pones a alguien más a hacerlo, ya sea uno de tus hijos o tu pareja (risa malvada).
¿Si lo encuentro yo, qué te hago? Me ha pasado que ni yo encuentro eso que buscábamos.
¡No me contestes! ¿Por qué no me contestas? ¡¿Le estoy hablando a la pared o qué?! Jajaja ¿es en serio que hemos dicho esto en algún momento como mamás? ¡Decidámonos!
¡Voy a contar hasta tres y si no lo haces vas a ver! ¿Hasta qué número han llegado? Sean honestas.
Hay decenas de frases que hemos oído y dicho, solo no abusemos reconozcamos que son muy de telenovela.
Como madres haríamos casi cualquier cosa por evitarles dolor a nuestros hijos y digo, casi, porque si bien no quisiéramos verlos sufrir sabemos que deben caer de vez en cuando para que, se sacudan, se levanten con lecciones aprendidas y sigan adelante, seríamos capaces de enfermar en lugar de ellos, daríamos la vida por ellos sin necesidad de pensarlo, en fin, es real la frase ¿Qué no haría una madre por su hijo?, empezamos por dejar de ser egoístas y comenzamos a poner en primer lugar de todo a nuestros hijos, en cualquiera que sea la situación y no nos duele ni nos pesa.
¡Felicidades! A aquellas, que sin importar el motivo absorben toda la responsabilidad, las que se dedican 100% a su hogar y dejan de lado todo, a las que se dividen entre su trabajo y su rol de madre, las que con todo en contra no paran, las que sufren por ver a algún hijo enfermo, las que los tienen a kilómetros de distancia.
No, no estamos preparadas para perder un hijo, sin embargo muchas han pasado por eso y lo único que tengo claro es que ese dolor no se pasa con el tiempo ni se cura con nada, y aun con todo el dolor a cuestas tratan de seguir, a ellas un abrazo y mi RESPETO y también felicidades por que nunca dejaran de ser madres.
“En cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado”
(Madre Teresa de Calcuta)