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Adaptándome a los cambios

Por Mafer G. Garnica / /

interior cronicaface

Nunca añoré cocinar tanto como la semana pasada, y es que llegamos muy felices a nuestro nuevo hogar y todo era armonía hasta que vimos que la estufa no estaba instalada y necesitaba cambio de gas LP a natural ¡regrésenme ya mismo!

Así estuvimos unos 3 días comiendo lo que un horno de microondas nos permitiera hacer o atún en todas sus modalidades, incluso lo confieso me comí una sopa instantánea. El día que había comprado unos ricos hot dogs de Oxxo para mí, tuve a bien ponerlos sobre la tapa de cristal de la estufa y en eso, un crujido aterrador ¡una estantería se desplomó sobre mi comida! , ahí quedaron vasos, tazas y hasta un cenicero (que nunca hemos ocupado, pero lo tenemos por si acaso), me quería salir corriendo hasta Puebla, pero me detuvo la distancia y el hecho de que el menor de mis hijos estaba espantado y llorando.

Pero la odisea no para ahí, ¡no he podido inscribir a mi hijo menor al kínder!, con todo que traigo papel de traslado, les vale madre, ¡Claro yo pensando que las escuelas me recibirían con los brazos abiertos!

Desde hace más de 15 días mi esposo contrató el único Internet que se permite en el fraccionamiento y no ha quedado ¡necesito ver series, hacer video llamada, mandar mi columna, y un largo etcétera!, bueno no ha quedo con todo y que en la casa en la que estamos ya hay una instalación (si llega izzi a Puebla, nunca lo contraten) encima de todo una telefonista me trató de la fregada (si estaba en sus 5 min de malas se desquitó conmigo).

Estamos “cerca” a un aeropuerto y aunque es fácil adaptarse, hay ocasiones en las que los aviones pasan tan bajo que pienso ¡ya valí!, pero bueno también a eso me voy acostumbrado.

Mi hijo mayor tiene escuela desde el día 1, pero por la tarde; pues el turno de la mañana estaba saturado ¡a cambiar rutinas! ¿Otra vez? , y es que aquí donde estoy lo cercano para ellos está lejos para alguien que viene de una ciudad bastante cómoda y con escuelas cada dos calles. El ya tiene cuates nuevos y se lleva bien hasta con el del transporte (les digo las distancias están cañones).

Sigo sin poder sacar la ropa empacada, pues en la casa no pusieron closets ¡me voy a volver loca! Quiero ver ya la casa ordenada y bien puesta, poco a poco ¡Fernanda serenata!

Pero lo que ya está bien puesto es todo lo navideño, árbol, coronas, nacimiento, adornos, pues las criaturas no perdonan y más cuando la casa de enfrente tiene disfraz de árbol navideño.

Espero pronto terminar, pero que cuándo haya acabado no tenga que volver a mudarme Jajaja.

Espero sus comentarios en mi Twitter @mafergarnica