Thursday, 25 de April de 2024

Urgente modificar la forma en que se imparte educación en nuestro país

Por Alejandro Moyaho Bernal / /

ident perspectivas

El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos), evalúa los conocimientos y habilidades adquiridos por los alumnos que están por concluir la educación obligatoria.

En la evaluación PISA 2015 (OCDE 2016), México obtuvo en ciencias 416 puntos, lectura 423 puntos y matemáticas 408 puntos; resultados por debajo del promedio de 493 puntos según la OCDE. Pero además es alarmantemente el 0.06% de los estudiantes en México que logran alcanzar niveles de competencia de excelencia.

A nivel mundial Singapur obtuvo el primer lugar de la tabla, con los siguientes resultados: en ciencias 556 puntos, lectura 535 puntos y matemáticas 564 puntos; donde el 39.1% de los alumnos, logran niveles de competencia de excelencia. Como podemos apreciar, nuestro país se encuentra lejos de obtener resultados satisfactorios. 

En pleno siglo XXI, seguimos siendo regidos y educados con el modelo Prusiano, que fue implementado a mediados del siglo XVIII por el rey de Prusia (actualmente Polonia, una pequeña parte de Rusia y la zona oriental de Alemania), para crear soldados y trabajadores respetuosos de la autoridad, dóciles y obedientes; se les enseñaba a ejecutar y no a razonar (realizando procesos mecánicos); a cumplir horarios; dejando claro, que se trataba de una forma de control político.

Así es como surge la clase media de trabajadores, que se emplearon en las fábricas durante la Revolución Industrial.

Este sistema educativo, con el cual fuimos educados, es ejecutado por docentes que insisten en memorizar materias, fórmulas, metodologías, frases y oraciones. Pareciera que pretenden no estimular el pensamiento crítico y creativo de los estudiantes, porque podrían convertirse en ideas peligrosas. Nos hace pensar que el docente se convierte en funcionario de la autoridad, misma que le dice cómo debe enseñar. Los planes de estudios están diseñados de forma que sean convenientes a la autoridad, transmitiendo su pensamiento político. A los gobiernos les conviene tener un pueblo que desconozca y que no reclame sus derechos.

Se debe mencionar que no es suficiente reducir las desigualdades sociales, ser incluyente, destinar mayores recursos a las zonas más pobres del país y la profesionalización de los docentes para garantizar la educación pública laica, gratuita y obligatoria. Como lo menciona la nueva Reforma educativa de México.

Las escuelas públicas y privadas parecieran no tener ningún interés en incentivar la creatividad de los alumnos y la facultad de resolver problemas. Si la intención es crear empleados obedientes, sumisos, que no puedan expresar ideas y servir a  sus superiores en la vida laboral; van por el camino correcto.

Nos estamos quedando con alumnos sin tiempo para jugar por las tardes. La carga excesiva de materias de relleno, un sistema educativo que no genera interés y actividades extracurriculares, lleva a una acumulación de estrés que se refleja en el bajo rendimiento y hartazgo de los estudiantes.

Por su parte, los docentes hacen su mejor esfuerzo por impartir el conocimiento de materias, que en ocasiones, ni ellos dominan por completo o simplemente no saben transmitir el conocimiento de una manera clara y sencilla. Memorizan y hacen memorizar a sus alumnos la materia antes de entenderla. Se debe aprender en clase y no solamente dar una clase. Los altos niveles de estudios de un docente, no garantiza que sea bueno enseñando. Podrá ser un excelente profesionista, pero no necesariamente el mejor mentor.

Trabajemos en tener docentes mejor preparados y actualizados. Se vale decir que no se sabe la respuesta precisa a un cuestionamiento, y que juntos (docente-alumno) investigarán para tener los argumentos necesarios y responder las dudas que se generen. Al fin y al cabo, el docente y el alumno son humanos, pudiendo tener errores. El docente tendrá el encargo de estimular la curiosidad por saber más, de permitir al alumno preguntar, analizar y resolver conflictos, sin temor a ser criticados; además de trascender y cambiar la mentalidad del alumno. ¡Inspirarlos a ser mejores!

Creo que en la actualidad, los sistemas educativos no deben ser una copia fiel a los existentes en otras partes del mundo. Las condiciones de cada país y cada escuela son diferentes. Podemos tomar lo mejor de los existentes y adecuarlos de manera particular; con un eje rector que permita tener flexibilidad en la forma para obtener logros relativos a la educación.

La forma de evaluación debe evolucionar, dejando de lado, el calificar con números o letras el desempeño de los alumnos. Ese tipo de evaluación, en ocasiones, con tal de obtener “resultados satisfactorios”, fomenta la deshonestidad en los estudiantes.

Fijemos un objetivo relacionado con el aprendizaje, incentivando con mejores salarios a los docentes que cumplan altas expectativas, que logren un cambio real en los resultados de la educación de sus alumnos. Dotemos las aulas con el material necesario para que las clases sean prácticas, donde experimenten y resuelvan problemas. Evitando la mecanización y la memorización que tanto aburre a los alumnos.

Como sociedad motivemos a nuestros hijos a investigar más sobre temas que los apasionan; si todavía no los tienen, ayudémoslos a buscar. Analicemos que aptitudes tienen, que hacen con facilidad y encaminémoslos hacia allá. 

El mundo actual se dirige hacia una clase de gente creativa, curiosa, capaz de tener e implementar nuevas ideas.

Saludos y hasta la próxima.

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