Tuesday, 16 de April de 2024

Si Mara Castilla se fue “por su voluntad” a Tlaxcala ¿qué?

Por Viridiana Lozano / /

Guiapara interior viri

La Fiscalía General del Estado de Puebla ha comenzado a correr la versión de que Mara Castilla se fue “por su voluntad” a Tlaxcala.

Con ello tratan de minimizar a la opinión pública para que, machista, culpen de inmediato a la joven por haber aceptado ir a la cuna de la trata de personas.

Por no haber tenido cuidado con las personas que se relacionó, tal vez por creer en algún hombre que la convenció.

Este discurso se escucha constantemente cuando una mujer desaparece, con la frase: “se fue con el novio”.

La hipótesis de que Mara Castilla se pudo haber ido por su voluntad tiene sustento en dos datos:

El primero es la declaración de Carrancá acerca de que nunca llegó a su casa dentro del Cabify la madrugada del 8 de septiembre, y la que publicó SDP Noticias de que hay registros de que a finales de agosto hizo llamadas con alguien en ese estado y que incluso pudo haber estado allá.

Aun cuando Mara Castilla haya accedido ir a Tlaxcala o haya caído en las redes de un tratante, sigue siendo víctima de violencia y trata de personas.

Es víctima, no una mujer tonta que no supo identificar a un maleante.

No pesa sobre sus hombros ninguna responsabilidad.

Los tratantes encargados de convencer a las mujeres de irse con ellos y hasta de prostituirse son profesionales.

Elijen un perfil que ellos consideren vulnerable: mujeres de familias disfuncionales, que vivan lejos de su familia o que tengan necesidades económicas que no logran solventar: estudiantes foráneas, madres soltera.

Si es verdad que Mara Castilla “se fue por su cuenta”, se fue engañada y fue víctima de las redes que capturan mujeres con engaños y amenazas.

Sigue siendo víctima además de un crimen que no es investigado a fondo por la Fiscalía General del Estado. No hay un departamento que se encargue de revisar los perfiles falsos que se dedican a captar personas.

No la hay, menos en Puebla y Tlaxcala, la cuna de la trata.

Es víctima de un sistema que quiere ignorar los casos y que ve en el discurso de “se fue con el novio” la posibilidad de exculparse por su incompetencia.