Tuesday, 16 de April de 2024

El checklist de Taboada en San Miguel

Por Edmundo Velázquez / /

Cuenta hasta diez

Piensen en una escena de caos.

Como si entraran a una casa llena de cascajo, humedad, vidrios rotos, con goteras en el techo y con la duela levantad.

¿Por dónde empiezas a arreglar ese verdadero desorden?

Con algo así se encontró Carlos Taboada Villanueva cuando tomó la dirección del penal de San Miguel alrededor de las diez de la noche el martes pasado.

La tiene complicada.

Hay una serie de problemas que no lograron solucionar dos directores y que incluso empeoraron.

El checklist de temas del Penal de Puebla es largo.

Pero vamos por orden de urgencia (y hasta de peligrosidad).

1. Los que se tienen que ir: Los Zetas

Dentro de San Miguel existe un “selecto” grupo de miembros de la delincuencia organizada que se presumen como todopoderoso. Se les conoce como “Los Zetas” aunque realmente los reos al interior consideran que más bien son una bola de presuntuosos que hacen caravana con delitos ajenos.

Como solamente tienen la pinta de malandrines se han creado una fama de pocos amigos. Ellos intentan obtener control de cuanto pueden dentro de San Miguel, pero la mayoría de los reos los tienen a raya.

Hay tres personajes bien conocidos dentro del penal que ya deberían incluso estar en el penal de Toluca en donde tienen que purgar un proceso que mantienen abierto en su contra por secuestro. Esa historia la contaremos con más calma en otro momento.

2. Los que llegan: Los Larios

Estos no son precisamente un problema. Pero seguramente Taboada sabe de ellos. No tardan en ser trasladados a Puebla los hermanos Larios.

Hablo de Miguel Ángel Serafín Larios Cruz, el ex comandante de la Policía Judicial sentenciado a 50 años de prisión por secuestro y que se encuentra en el Penal número 3 de Ciudad Juárez, Chihuahua y sus hermanos: José Luis Larios Cruz, preso en Ciudad Valles, San Luis Potosí, y Jorge Delfino Linares Cruz, quien se encuentra en el reclusorio ubicado en la ciudad de Chihuahua, Chihuahua.

Los hermanos Larios ganaron un juicio de amparo para que terminen su condena en el penal de Puebla después de purgar casi 20 años en prisión acusados de ser autores del secuestro del empresario Tuffic Levien Dib. El amparo obligaría a las autoridades penitenciaras poblanas a admitir su entrada en el penal de Puebla.

Fuentes cercanas a la familia Larios comentan que su llegada no va a ser muy bien vista por añejos patrones del sistema político poblano.

3. Los que se reproducen: Los Malillas

El consumo de drogas como mariguana o crack dentro de San Miguel se ha guarecido entre los reos de estratos más bajos. Quién sabe cómo es que entró al penal ese negocio, pero si un visitante pasa al patio percibirá el aroma a marihuana por todos lados.

A estos reos los conocen como “Los Malillas”, la adicción los hace cometer cualquier tontería y se generan deudas con otros reos por un toque o una piedrita. Lo peligroso es que se reproducen con rapidez y cada vez son más los reos con adicciones allá dentro.

4. Evitar la pesadilla: Un verdadero motín.

Con el cambio de director del penal vendrán los ajustes necesarios y obligados de la fauna que existe dentro de San Miguel. Aunque ha bajado la población de reos, dentro del penal se encuentra al tope la tensión y la paranoia. Cualquier rumor se maximiza y provoca enfrentamientos entre los distintos grupos de reos.

Lo que Taboada no quiere es un verdadero motín como el que seguramente le tocó ver por allá del 2000. El 23 de junio del 2000 una revuelta dejó un muerto, otro reo gravemente herido y tres custodios con quemaduras. Fueron necesarios 300 policías ministeriales y estatales para controlar eso. Tocamos madera. 

Pero hasta aquí dejo el recuento de los pendientes y cosas por revisar.

Vaya, pero qué le va a venir a decir un reporterito a un experimentado burócrata penitenciario.

Lo que sí es que su tarea no está nada sencilla si realmente viene a chambear como presume..

Tiene poco tiempo para arreglar y resanar las paredes de esta casa en escombros que es el penal de San Miguel

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