Friday, 19 de April de 2024

Ser reportero en el Triángulo Rojo

Por Edmundo Velázquez / /

 

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Los gajes del oficio de la prensa poblana se complican.

Recuerdo que cuando escuchaba los casos de compañeros secuestrados en Tamaulipas sonaban muy lejanos.

Los ataques al Diario Noreste en Nuevo Laredo parecían sacados de una pesadilla que resultaba muy lejana.

Y qué hablar de los ejecutados en Veracruz, sonaba más a un relato de novela negra.

Negación, le llaman. Porque en realidad la cobertura periodística en el Triángulo Rojo era ya un riesgo latente para muchos compañeros dedicados a la información regional.  

El relatar lo que ocurre en la zona está provocando amenazas. Aunque esas las viven a diario los compañeros dedicados a las regiones del estado.

Los reporteros poblanos ya no se salvan del crimen organizado.

La cobertura en el llamado Triángulo Rojo, comienza a complicarse.

Diez y quince mil pesos es el monto que pusieron a la cabeza de los reporteros de El Sol de Puebla y de Televisa.

Todo porque hacían su trabajo y se evidenció en video cómo es que se da la venta de combustible robado en la Central de Abastos de San Salvador Huixcolotla.

Y en efecto, en la misma Central de Abastos de Huixcolotla, puede encontrar todos los aparatos y elementos para generar su propia toma clandestina y también el combustible robado.

Las publicaciones enfurecieron a los líderes de la mafia que ya tiene su propio coto de poder dentro de la Central de Abastos y fue por eso que soltaron la oferta económica.

La semana pasada, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Mecanismo Federal de Protección a Periodistas así como la Fiscalía Especialidad en Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) de la PGR entrarán al tema para defender a los periodistas poblanos.

La pregunta es si las autoridades estatales están investigando a los líderes huachicoleros de Huixcolotla y quiénes pusieron precio a las cabezas de los compañeros.  

¿Les importa a las autoridades poblanas investigarlos?

Ricardo Monlui, fue el primer caso de un periodista asesinado en el 2017, en Veracruz.

Tan solo de enero a septiembre de 2016 un total de 10 periodistas fueron asesinados en México.  Por cierto, uno de ellos fue en Puebla y se trató de Aurelio Cabrera.

Su caso, por cierto, sigue empantanado entre los expedientes que no le importa resolver al fiscal Víctor Carrancá Bourget. 

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