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Doger y Armenta, la dupla maravilla

Por Edmundo Velázquez / /

Cuenta hasta diez

La fiebre por Andrés Manuel López Obrador tiene enfermos a varios priistas.

El sábado que AMLO andaba por tierras poblanas aparecieron más de un par de ellos.

Pero nos faltaron rostros tricolores.

Sí, bien sabemos que muchos priistas han estado mandando besitos a López Obrador.

Vaya, están dando su brazo a torcer pero nomás no echan el brinco ni se ve claro cuándo será que dejan el barco del PRI, que en Puebla está más que hundido.

¿Por qué no llegó Alejandro Armenta Mier al evento de López Obrador?

Alejandro Armenta Mier se la ha pasado saliendo en ruedas de prensa una y otra vez.

Incluso para presentar el chiste ese,  el “Frente Amplio Humanista Puebla Nos Une”.

Pero parece que sale con tal de que le pregunten que cuándo se va del PRI.

Pero nomás por meter presión, porque parece que Armenta espera que alguien le ruegue para que se quede en el partido.

Tampoco vimos en el mitin de MORENA a Enrique Doger Guerrero, hoy delegado del IMSS en Puebla.

Doger era de los priistas más adelantados en pláticas para abandonar el tricolor… ¿Qué pasó con él?

Bueno pues, ninguno de los dos llegó.

Quizá es porque ambos están haciendo dupla para rescatar las ruinas del PRI.

De hecho, Armenta y Doger están buscando por todos lados promocionarse como los más adelantados del PRI.

Tan es así que ya hasta están negociando.

Como de plano no se irán a MORENA, ya están armando sus acuerdos en lo oscurito.

O por lo menos eso pasó ahora que buscaron una reunión con el gobernador Tony Gali.

El encuentro fue hace poco. Armenta y Doger se sentaron para avisarle que ellos no se van a MORENA.

La cita ocurrió apenas la semana pasada, con todo nervio de lo que haría López Obrador en Puebla.

Armenta y Doger ofrecieron un pacto al gobernador Gali.

Es más, le avisaron que son los únicos que pueden ganar si el PRI los postula.

Y que, como candidatos a la presidencia de Puebla y a la gubernatura, vencen a cualquier cuadro de MORENA.

Vaya, se vendieron como los papas fritas.

Como El Pípirupau y el Chido Chido Chido.

Pero en realidad, lo que ambos priistas querían acordar era que el propio gobernador les diera su apoyo en un futuro.

Tanto Doger como Armenta ven fuerte la posibilidad de que Tony Gali Jr. sea el próximo en ganar un puesto de elección popular importante.

Ya sea la presidencia municipal o la misma gubernatura.

Porque a estas alturas Tony Jr. es una carta fuerte en donde lo ponga el PRD en las próximas elecciones del 2018.

Así que Armenta y Doger le plantearon al gobernador Gali  que los apoye  y ellos, a cambio de restarle votos a MORENA, no se meterán  con su hijo cuando este busque cualquier cargo con el PRD.

Ya saben, fue uno de esos pactos de no agresión.

¿Qué habrá dicho el gobernador?

Yo creo que Gali nomás se carcajeó por dentro y les dio el avión.

¿Pues con qué canicas llegan los dos priistas a negociar?

Armenta es el más echado para adelante. Loquito, como siempre.

Haciendo lo que sus ardillas le dictan.

Pero con qué juega si hasta en las últimas elecciones puso en jaque a Blanca Alcalá con sus locuras, como esa idea de tomar la autopista México-Puebla.

Y Doger anda muy cuidadoso.

Temeroso, diría yo.

De ser uno de los principales candidatos a los que podría voltear López Obrador pasó a ser timorato.

Quizá es por aquello de no querer perder la delegación del IMSS en Puebla, que es todo lo que le queda.

Se aferra a ella como si fuera su último cargo en la política.

Ya veremos después en qué quedó el acuerdo y qué respondió el gobernador.

Por cierto, otro priista que no vimos con López Obrador fue a Javier López Zavala.

¿No López Zavala había dicho que no descartaba abandonar el PRI para emigrar a MORENA?

¿Alguien sabe por qué no llegó Javier López Zavala?

¿No iba a poder con el abucheo?

O quizá estaba retocándose el tinte.

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