Friday, 19 de April de 2024

Apocalipsis a la poblana: muertes, violaciones y huachicol en Puebla

Por Zeus Munive / /

Crónicas marxianas

Fue de un día para otro que la nota roja se volvió la más importante en los noticieros radiofónicos, así como en los periódicos tanto impresos como en los portales de Internet en Puebla. Hasta hace diez años, la nota roja era importante, pero no para abarcar las primeras planas. Y es que honestamente nunca nos dimos cuenta de cómo fue creciendo la inseguridad en el estado.

Arrancó con los feminicidios que trató de negar hasta el cansancio, la administración de Rafael Moreno Valle. Diario nos enterábamos de mujeres asesinadas o desaparecidas. La versión oficial trataba de minimizar los hechos. Alguna ocasión le pregunté a un amigo que trabajaba en el gobierno ¿por qué no querían reconocer los brotes de violencia? El me miró y me dijo: “Moreno Valle le apostó al turismo. Fue su bandera. No le conviene que se emita la alerta de género. Ahuyentaría a los visitantes”.

La ola de inseguridad comenzó hace poco más de dos años. Arrancó con los asaltos a los Oxxos, luego a las rutas del transporte público. Después el robo a mano armada e incluso se reportaron varios asesinatos. Sin darnos cuenta se destapó todo lo que tenía que ver con el robo de hidrocarburo. De pronto, así de la nada varios alcaldes que se han hecho millonarios y ahora son investigados por estar involucrados con el huachicol.

En julio del 2015, el jefe de la policía estatal, Facundo Rosas Rosas, fue dado de baja luego de que el ejército detuviera a dos de sus subalternos por brindar protección a una banda de huachicoleros,  pues fueron pillados transportando gasolina robada de los ductos de PEMEX.

En el sexenio pasado se contaba con uno de los equipos de espionaje más caros en el país y más grandes, pero este no se usó como inteligencia para combatir el crimen, sólo fue usado para espiar a la oposición, a líderes empresariales, organizaciones ciudadanas, alcaldes revoltosos, y para coaccionar a los panistas que no estaban de acuerdo con la línea dictada desde Casa Puebla.

Con el equipo de espionaje que tenían ¿por qué jamás detectaron que el jefe de la Policía Estatal estaba involucrado con las bandas de robo de hidrocarburo? En cambio sí estaban enterados si un alcalde se andaba acostando con alguna asesora o promotora del deporte o si la esposa de algún presidente municipal armaba escándalos en la sala de regidores por andar de alcahuetes.

¿De veras Moreno Valle nunca supo que Facundo Rosas y sus principales subalternos estaban siendo investigados por robar gasolina de los ductos de PEMEX?

La semana pasada nos amanecimos con la noticia de que a unos metros de la caseta de San Martín Texmelucan, a las tres de la madrugada, una banda mató a un menor de dos años de edad, violó a dos mujeres y le robó una camioneta vieja a un albañil que regresaba de la ciudad de México y que solo cometió el error de bajar a orinar en la carretera.

La meada le salió muy cara a este pobre hombre, que regresaba del DF.

Los delincuentes pudieron escapar por una de las tantas rutas que tienen para evadir a la Policía Federal cuando se trata de huachicol.

Un día después se dio un enfrentamiento entre huachicoleros y militares resultando muertos y heridos de ambos bandos en la zona de Palmarito Tochapan.

Es claro que Tony Gali ha implementado acciones para contrarrestar el crimen en el triángulo rojo y que ahora está tapando los hoyos que dejó su antecesor con unos arcos de seguridad que solo sirven para detectar pollos y gallinas putrefactas.

No obstante, esto se pone cada vez más feo. Cada día nos enteramos que a alguien le robaron, lo asaltaron o fue golpeado. Lo peor es que se está normalizando la criminalidad en Puebla. Ya la vemos normal. Eso es lo que verdaderamente horroriza.

Qué caro salió ocultar el crimen en el sexenio pasado para no ahuyentar al turismo. Hoy tanto el asesinato de Elías de dos años y la violación a su mamá y hermana, así como los enfrentamientos entre militares y pobladores ya está en diarios no solo nacionales sino internacionales.

La violencia que trató de ocultar a nivel nacional Peña Nieto y a nivel local Moreno Valle está desbordándose. Ojalá y esos equipos de inteligencia que se usaron hace unos cuántos años sean utilizados contra los verdaderos criminales y no contra los enemigos de un proyecto político que aspira a la Presidencia.

Esto está de la chingada.

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