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Las ardillitas de Alejandro Armenta (menos divertidas que las de Lalo Guerrero)

Por Zeus Munive / /

Zeus ident

Es una estupidez correr del PRI a Alejandro Armenta Mier por presentarse en un acto público de Andrés Manuel López Obrador. Una estupidez porque solo están forjando a un mártir que no se lo merece.

Simplemente están cayendo en su juego. Lo están posicionando, ya que Armenta está peor que Juan Carlos Lastiri en conocimiento en el estado.

La lógica de Armenta es que le hagan publicidad aunque sea mala. Es poder aparecer en las encuestas y de esa manera sino pegarle a la candidatura a la gubernatura, sí a cualquiera de los puestos que se van a repartir en el 2018.

La cartera es muy amplia.

Si verdaderamente quieren enjuiciar a Alejandro Armenta deberían irse un año antes. Así es, a la elección de Blanca Alcalá Ruiz y platicar con muchos de las personas que les quedó debiendo dinero de la contienda.

Los llamó, les prometió y al final, como siempre ocurre en una contienda, el recurso no bajó. Prometer hasta meter y una vez metido, tenga (figura de caracolitos) lo prometido, versa el dicho aquel.

Armenta era el coordinador de la campaña de Blanca Alcalá y que más que hacer campaña por la senadora, la hizo para él, menudos líos armó.

Pero no hay que olvidar que fueron tres los responsables del fracaso del priismo en el 2016: la candidata Alcalá Ruiz, el presidente del PRI, Estefan Chidiac y el coordinador de la campaña Armenta Mier.

En ellos tres reside la terrible derrota de su partido, pero si nos vamos unos años antes, Armenta Mier también fue uno de los causantes del fracaso de Javier López Zavala cuando buscó la gubernatura, pues nuestro personaje era el líder del partidazo, cuando todavía era un partidazo: había recursos que bajaban directamente de las dependencias estatales y municipales. Las arcas estaban llenas y Armenta de eso fue uno de los principales beneficiarios.

Armenta es (porque hasta el momento no se ha deslindado) una estSi rella más del firmamento marinista. Si recordamos su paso por esa administración era uno de los que mejores puestos le tocaron.

Si César Camacho y los diputados federales priistas quieren hacer a un lado a Armenta deben sacar sus trapos marinistas, revelar qué es lo que hizo y qué no hizo en la elección de Blanca Alcalá y cómo fue que su apuesta era que perdiera su candidata para no tener enemigos rumbo al 2018 y tercer punto que siempre queda como duda de un posible escándalo de corrupción:

¿Por qué nunca, nunca, pero nunca, nunca ha salido a denunciar o fijar una postura respecto al robo de hidrocarburo?

Él, que se presume hecho en la región, debería decir algo, pues buena parte de la sustracción y venta de hucachicol se genera en su distrito.

Armenta es muy bueno para gritonear en público sin tener pruebas. Es evidente que sí existe una complicidad entre Rafael Moreno Valle y la Presidencia de la República, además de que Moreno Valle no solo manda en el PAN poblano, sino en el PRI y una buena parte del PRD.

El diputado federal ha denunciado esta relación perversa, pero jamás de los jamases ha presentado una prueba y en público no ha dicho con nombre y apellidos quiénes de su partido se han prestado a los cochupos y actos de corrupción que tanto ha acusado.

Armenta Mier no lo va a hacer, porque aunque sí sabe, no se atreve, porque también saben que de él saben mucho.

El problema del diputado federal son esas voces que escucha en su cabeza, algunos dicen que son ardillas, otros dicen que son personalidades que va asumiendo en su política de esquizofrenia.

Morena se está convirtiendo en un basurero de basureros y todos los nuevos integrantes tienen mucha cola que les pisen: Luis Miguel Barbosa, José Juan Espinosa, Alejandro Armenta entre otros quienes solo buscan aprovechar una marca para seguir viviendo del erario ya que el próximo año se acaba.

O ¿qué, de veras creemos en eso de la democracia?

 

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