¿Qué es lo que tiene Fernando Manzanilla que a todos los pone nerviosos?
Miren ustedes: el viernes pasado en el restaurante El Desafuero nuestro personaje se sentó en una mesa con unos priistas que buscan la gubernatura y los “periodistas” hicieron su especulación. Ya sabemos qué son todos esos que especulan. Es increíble que tenemos 2017 años de cistianismo y la gente se sigue preocupando porque los políticos adversarios se sienten en la misma mesa en un lugar público.
Parecen novatos.
No obstante, no solo a los periodistas los pone nerviosos, pues hay que empezar por los morenovallistas que no les conviene ver en el 2018 en las boletas el nombre de Fernando Manzanilla Prieto y menos por Morena.
Imagínense (sí, sí yo también especulo y también soy eso que andan pensando) que la candidata del PAN a la gubernatura sea Martha Érika Alonso y que su concuño sea por Morena. Diría la periodista Selene Ríos: “¡Zaz culero!”.
Imaginen un debate entre ambos: Un Kramer vs Kramer. Doble ¡Zaz Culero!
Total, que de ser así: Manzanilla le seguiría dando sus zapes al chamaquito ese que aparenta dirigir el PAN de quien no recuerdo su nombre… ¿cómo se llama?, ¿cómo se llama? Ah sí creo que Chucho… mmm, Chucho algo… ah sí Giles. Bueno, pues al presunto líder de Acción Nacional en el estado.
Imaginen cuántos celulares aventó Rafael Moreno Valle cuando leyó en Twitter que Manzanilla reveló que en la elección del 2012, el primer panista de Puebla y su equipo de operadores electorales se apostaron por el PRI (Enrique Peña Nieto) y no por la candidata Josefina Vázquez Mota.
Yo pienso que fueron varios que salieron volando.
Ahora no solo a Moreno Valle y a su esposa les incomoda el nombre de Fernando Manzanilla. Ahí está Jorge Aguilar Chedraui, quien cada que le mencionan su nombre se le cae el poco cabello que le queda. Se habla de que a Eukid Castañón tampoco le cae muy bien y de ahí a muchos que pueden identificar porque solo tuitean cosas a favor de Moreno Valle (es decir bots).
En el PRI tampoco crean que es muy bien visto Manzanilla. Y es que saben que él sabe demasiado. Si alguien conoce las entrañas del tricolor y los enjuagues que se hicieron en el sexenio pasado entre priistas y panistas es Manzanilla.
En Morena el caso es similar: José Juan Espinosa lo ve como un adversario interno y con muchas posibilidades de que sí juegue el próximo año. Lo mismo le ocurre a Luis Miguel Barbosa, a partir de hoy ex perredista, que se suma a la lucha por la candidatura el próximo 2018. Barbosa, además, sigue dirigiendo tras bambalinas el PRD poblano. Es el cacique.
No sé, no me queda claro si es que Manzanilla irá de candidato el próximo año. Él aún no dice que no, pero tampoco que sí. Suponiendo que no, se está divirtiendo de lo lindo, ya que, sólo por sentarse en la mesa con los priistas, el viernes pasado, está generando más nerviosismo entre todos los actores que sí quieren contender en ese año.
Sin embargo, especulando (concédanme la licencia) yo creo que sí quiere y lo está buscando.
Siendo honestos, si Manzanilla o cualquiera de los priistas que aparecieron en la foto fueran a acordar algo turbio o generar complicidades, no se reunirían en El Desafuero y menos con Jorge Estefan Chidiac (es que ese graba las conversaciones, dicen).
Más bien la nota es ¿qué tanto nerviosismo genera Manzanilla en estos momentos y en las vísperas de la guerra electoral que se avecina? ¿Por qué se ponen como se ponen? ¿Qué es lo que sabe Manzanilla que nosotros no sabemos?
Quizá la vida sea más simple y no todo sean mensajes políticos hasta en la sopa. Dejemos de especular o jugarle al policía chino.
Por cierto, y para rematar, hablando de especuleros: hay que insistir que los comicios del Estado de México no son el parteaguas de las elecciones del próximo año como aseguran “los sesudos” columnistas. Cada elección es distinta y siempre ha ganado el PRI esa entidad y ya han perdido por lo menos dos veces la Presidencia. Tampoco será la tumba de Ricardo Anaya ni de Eduardo Rivera si es que pierde el PAN.
Dejen de especular.