Absurdos

Estos 10 castigos te harán recordar tus años de primaria

- Foto: Especial

Desde el clásico coscorrón y los reglazos, hasta el borrador volador… ellos sí se tomaban en serio esa frase de “la letra con sangre entra”

Por De 10 /

Hay que reconocer que hace un par de décadas, los maestros eran figuras muy respetadas y hasta temidas por sus alumnos, debido a que nuestras madres les daban ese poder de reprendernos cuando fuera necesario: “Si mi hijo de porta mal, castíguelo”.

Estamos conscientes de que ser profesor es una de las actividades más nobles del ser humano, la dedicación y paciencia con la que (algunos) te enseñaban matemáticas, español o historia, no se paga con nada. Realmente son ellos, junto con los padres, los que forjan a cada uno de nosotros.

En De10.mx queremos celebrar este 15 de mayo, el Día del Maestro a nuestra manera, recordando cómo nos hacían sufrir y, al mismo tiempo, dejaban en claro quién mandaba en el salón de clases… Bastaba con que hablaras o te rieras con tu compañero de banca, o que no le contestaras lo que te había preguntado, para que el profesor comenzara a maquinar en su cabeza la manera en la que te iba a reprender.

Hoy, los tiempos han cambiado, y sus técnicas de castigo están quedando en el olvido o de plano, las nuevas generaciones ya no las conocieron, pero nosotros las tenemos muy grabadas en nuestra memoria… ¿Cuál era el que te aplicaban a ti?

1.- ¡Te quedas sin recreo!

Si no te portaste bien o no acabaste los trabajos de clase, no te dejaban salir a jugar con tus compañeros. Tenías que comerte tu lunch ahí, solo, sentado en tu banca.

2.- Reglazo en la mano

Era un castigo típico. De hecho había dos versiones: la primera era el reglazo con la mano extendida, pero en la segunda, el profesor te pedía juntar las yemas de los dedos. ¡Ouch!

3.- El borrador volador

Si no estabas poniendo atención, o estabas platicando, de repente, en medio de la clase, nada más veías cómo salía disparado hacia donde estabas sentado. Si tu maestro tenía puntería... acababas sobándote la cabeza.

4.-Jalones

Cuando ya de plano sacabas al maestro de sus casillas, te agarraba a jalones de orejas o de cabello. No me dejarás mentir, era uno de los más dolorosos, pero te hacías el fuerte para no llorar.

5.-Planas y planas

“No debo hablar en clase”, “No debo gritar”… Son solo algunas de las frases que nos tocaba repetir, al menos 100 veces en nuestro cuaderno o hasta que aprendieras la lección. Terminabas con la mano adolorida, pero aparte, esas páginas las tenía que firmar ¡tu mamá!

6.-Libros

De rodillas o de pie, daba igual, el chiste es que te ponían en medio del patio, bajo los rayos del sol, cargando varios libros en las manos, como si fueran pesas. Y cuidadito con que se te cayeran, porque aumentaba el número en cada mano.

7.-Orejas de Burro

Cuando no sabías la respuesta a lo que el maestro te preguntaba te tocaba usar las orejas de burro. No te causaban dolor físico, pero eran bastante vergonzosas. Y por si fuera poco, a veces el profesor te mandaba a una esquina del salón mirando hacia la pared.

8.-Contra la pared

Se usaba para separar a alguien del resto de la clase. Lo que se buscaba era humillar al alumno mal portado.

9.-Coscorrones

Parece que era el preferido de los maestros. Parece que nada más buscaban pretexto para dejar caer toda la fuerza de su puño sobre tu cabeza. Y más cuando te tocaba maestra y era de las que usaba anillos enormes...

10.-Vueltas al patio

Cuando el maestro se ausentaba del salón, casi siempre se armaba una fiesta, pero cuando regresaba y te encontraba en pleno el alboroto decía: “¿así que quieres brincar y correr? Pues ve a darle 10 vueltas al patio”. Acababas casi casi sacando los pulmones por la boca.

De 10