El presidente Donald Trump le dio la bienvenida el lunes a una gran cantidad de familias con sus niños para el tradicional Festival de los Huevos de Pascua en los jardines de la Casa Blanca, y en el solemne momento del Himno Nacional, olvidó los honores.
Sin embargo, su esposa, Melania Trump, a quien en ocasiones no trata del todo bien, fue la encargada de recordarle que debía llevar la mano al pecho, lo que hizo con un sutil codazo que casa logra pasar inadvertido.
Seremos una nación más fuerte, más grande y mejor, de lo que jamás hemos sido", dijo el mandatario, acompañado de su esposa Melania, y su hijo Barron de 11 años.
Se espera que miles de niños asistan a la feria, el mayor evento social realizado en la mansión presidencial del año. Habían surgido dudas sobre si el actual gobierno podía organizar con éxito el evento, una tradición que se remonta a 139 años.
La Casa Blanca calcula que unos 21 mil niños y adultos asistirán al evento. El año pasado vinieron 35 mil.
Su esposa Melania, esta vez, lo sacó de un ridículo aún mayor.