El pasado 15 de febrero, Vilma Trujillo, una nicaragüense de 25 años, fue atada e incendiada por feligreses de la Iglesia Visión Celestial de las Asambleas de Dios, en un intento por "desprenderla del demonio".
La víctima permaneció internada una semana y posteriormente perdió la vida a causa de las quemaduras que sufrió en el 80 por ciento de su cuerpo. El ritual estuvo supervisado por el pastor Juan Gregorio Rocha y Esneyda del Socorro Orozco, diaconisa.
Por revelación divina, debía hacerse fogata en el patio del templo para sanar a la víctima a través del fuego", declaró la diaconisa.
De acuerdo con el esposo de Vilma, Reynaldo Peralta, su pareja fue secuestrada por miembros de la Iglesia que la acusaban de haber atacado a varias personas con un machete.
Ella tomaba un remedio que le dio un hombre, quien ahora sé que la violó. Y desde que comenzó a tomar eso, cambió un poco conmigo", afirma el varón. No obstante, el cura justifica los hechos diciendo que la mujer cayó al fuego "cuando el espíritu del demonio salió de su cuerpo".
Según las autoridades, hasta el momento hay cinco personas detenidas por la muerte de Vilma Trujillo y el portavoz de la Comisión de Derechos Humanos de Nicaragua, Pablo Cuevas, exigió un control estricto de los grupos religiosos del país.