Con la tecnología veterinaria mejorando casi al mismo nivel que la medicina humana, es más fácil salvar la vida de varios animales que en el pasado hubieran sido sacrificados.
Sobre todo cuando hablamos de prótesis. Hoy en día, se ha hecho común comprar una especie de silla de ruedas para ayudar a caminar a mascotas que han perdido alguna de sus extremidades. Pero en Bulgaria, han dado un paso adelante.
Él es Pooh, un gatito callejero que perdió sus patas traseras al ser atropellado. Viendo esto como una oportunidad para probar algo nuevo, los veterinarios a cargo de su cuidado desarrollaron unas prótesis especiales para el minino.
Esto lo convierte en el primer caso de su tipo en Bulgaria. A diferencia de la silla de ruedas, estas patas de metal le permiten seguir moviéndose como siempre, pudiendo saltar y correr como cualquier otro gato.
A través de varios procesos quirúrgicos, lograron que tejido muscular creciera alrededor de las prótesis, lo que ayudó a que se acostumbrara rápidamente a su nueva forma de vida.
Obviamente, su caso atrajo la atención de la gente, siendo adoptado rápidamente. En fin, nada como ver a un tierno minino saltando y jugando para alegrarnos el día.