La primera dama de EE.UU., Melania Trump, ha vuelto a ponerse unos zapatos con tacones de aguja para visitar Texas con su marido, a pesar de la reacción altamente negativa que provocó su calzado hace unos días.
Esta vez, la esposa de Donald Trump llevaba un vestido de color caqui con cinturón mientras se dirigía al Air Force One en la base aérea Andrews en Washington acompañada de su marido, y complementó su aspecto con unos zapatos de piel de serpiente con tacón alto. Además, pese a la lluvia, Melania decidió ocultar su mirada tras unas grandes gafas de sol.
Durante el vuelo se cambió de calzado y de vestido, y al llegar a Houston salió del avión en una camisa de mezclilla, pantalones vaqueros y zapatillas deportivas. Es el segundo viaje de la pareja presidencial a la zona del desastre, durante el cual tienen previsto visitar a miles de refugiados afectados por el desastre natural.
El huracán Harvey ha provocado graves daños a lo largo de la costa de Texas, incluidos al menos 45 muertos, y ha destruido unos 100.000 hogares desde que comenzó a azotar la región el pasado viernes. Las autoridades estadounidenses ya comparan este fenómeno meteorológico con el huracán Katrina, que devastó amplias zonas del estado de Luisiana en 2005.