A pesar de la vasta información que internet nos ofrece acerca de las diversas formas en que podemos ser estafados, existen personas que por ingenuidad o esperanza en la humanidad siguen cayendo.
Un caso muy particular es la de personas que buscan el amor en sitios de citas y terminan encontrando a vivales que las engañan y les sacan grandes cantidades de dinero.
Esto le pasó a una mujer británica de 47 años de edad, la cual perdió más de 390 mil dólares (más de 8 millones de pesos) con un hombre llamado “Marcelo”.
La mujer es una madre soltera que dirige su propio negocio en North Yorkshire al norte de Inglaterra y en 2015, después de que su matrimonio fracasara, empezó a buscar de nuevo el amor en el sitio de citas Match.com.
Después de unos días de búsqueda se topó con "Marcelo", un atractivo italiano maduro que trabajaba en Turquía y con quien tiempo después inició una relación.
“Marcelo” no tardo mucho en convencer a la mujer de darle su número celular para poder seguir con su romance a través de mensajería instantánea, donde intercambiaban mensajes de la mañana a la noche.
Seis semanas después, ocurrió lo que era de esperarse, “Marcelo” le dijo que había sido asaltado en Turquía y le habían quitado el dinero destinado al pago de nómina de sus trabajadores, además su hijo se encontraba en el hospital y necesitaba un cirugía, la cuál no podía pagar en su situación.
La mujer se sintió incómoda con lo que le contó “Marcelo”, pero aún así decidió ayudarlo y “le prestó” 3 mil 900 dólares (81 mil pesos).
Las demandas se intensificaron rápidamente. Pedía dinero para facturas médicas, luego para comida, también para pagar el alquiler, para impuestos y para salir de Turquía. No me sentía cómoda, pero estaba tan metida que no quise dejarlo a pesar de haber perdido alrededor de 65 mil dólares (un millón de pesos). Sigues con la esperanza de estar equivocado y de que esa persona sea genuina” asegura la mujer quien no volvió a saber más de “Marcelo”.
Ahora, la mujer se enfrenta a la bancarrota, y brutalizada emocionalmente, pues no sólo perdió dinero, sino la confianza en volver a creer en el amor.