A una persona de su domicilio. No se quede callada señora. Le hago saber. A 200 metros de su domicilio vive la persona que nos entregó esta información. Si usted se queda callada o me cuelga la mañana van a regresar a su domicilio por usted y por su familia y la van a levantar. Por su tranquilidad, por su vida y la de su familia no me cuelgue la llamada. Quiero ver que en realidad le vale una chingada la vida de su familia. Hágalo, cuélguela, déjese de pendejadas señora. No se juegue el culo a lo pendejo”, dice el extorsionador cuando la mujer se queda callada.