Thursday, 18 de April de 2024

Nota Roja

Testigo de la graduación del terror del Instituto México acusa a padres de familia y alumnos borrachos por trifulca

- Foto: Especial

El invitado al evento relató a CENTRAL que cinco meseros fueron gravemente lesionados tras ser golpeados con botellas de Bacardi y percheros de metal por varios jóvenes que se encontraban alcoholizados. Además dos madres de familia fueron tiradas por estos muchachos en la pista, señala esta versión.

Por Edmundo Velázquez / @mundovelazquez / / Puebla, Puebla

Uno de los asistentes a graduación del Instituto México y testigo del zafarrancho ocurrido la madrugada del 26 de junio pasado detalló a CENTRAL lo que realmente sucedió en la fiesta donde resultaron 40 lesionados. El testigo afirma que un grupo de entre cinco y seis jóvenes estado de ebriedad agredieron a dos madres de familia, lo que provocó la golpiza masiva entre padres, meseros y graduados. Además culpó a los padres de familia por haber llegado a la fiesta con exorbitantes cantidades de alcohol.

En entrevista con CENTRAL, el testigo de los hechos, quien prefirió la gracia del anonimato, desmintió la versión de alumnos que culpan de los hechos a la organizadora Mariana Landero. La versión  inicial señalaba que la banquetera fue la culpable, púes se emborrachó durante la fiesta y provocó la trifulca.

El invitado a la fiesta contó con lujo de detalle cómo en el transcurso de la noche y con exceso de alcohol, los estudiantes del Instituto México se tornaron agresivos con sus compañeros, padres de familia y meseros.

Cuando estos chamacos en la pista tropiezan con las señoras y tiran a una señora o dos mamás que había bailando es cuando revienta el problema. Los meseros se dedicaron solamente a tratar de separar. Yo vi a tres o cuatro meseros sangrando porque estos muchachos usaron los percheros de fierro para golpearles, los que sirven para poner las bolsas de las señoras, y usaron botellas de Bacardi, misiles de Bacardí para golpear a los meseros. Ellos solamente hacían lo posible para separar y controlar. Fue imposible. Estos chamacos  se salieron de control. Salieron volando vasos, sillas…”, comentó el invitado a la fiesta.

Este testigo aseguró que además cinco meseros fueron gravemente lesionados por ser golpeados con botellas de Bacardi y percheros de metal por los jóvenes. Los meseros se suman a los dos heridos que tuvieron que ser hospitalizados.

Las versiones del zafarrancho

Sobre el zafarrancho desatado durante la fiesta de graduación de los alumnos de preparatoria del Instituto México existen diversas versiones. La versión inicial señaló que Mariana Landero, banquetera de la empresa D’ Gran Gala encargada de la organización del evento, se excedió en alcohol, cayó al piso en la zona de los baños y los muchachos intentaron ayudarla sin embargo su hermano, Manuel Landero dio la orden de que sacaran a los muchachos a los meseros y empezó la golpiza.

Esta versión fue dada a conocer según una denuncia enviada por los muchachos agredidos. Dos de ellos fueron hospitalizados tras ser heridos uno con un botellazo en la cabeza y otro más en el cuello.

En sentido contrario, la versión de la banquetera fue que ella no tuvo nada que ver y que los jóvenes tuvieron un pleito debido al exceso de alcohol. Esto habría desatado la golpiza y la destrucción de mobiliario. La organizadora en entrevista con CENTRAL insistió en minimizar los hechos y señaló que el tema había sido “un pleito de niños” maximizado por el alcohol.

Padres de familia, los culpables

Sin embargo el testigo abundó que los hechos se dieron aproximadamente a las cinco o seis de la mañana. Los padres de familia habrían llegado con alrededor de 40 misiles de Bacardí y una caja de botellas de alcohol por cada mesa, por lo que consideró “increíble la cantidad de alcohol que los papás metieron a un evento de chamacos de 17 y 18 años”.

Es increíble que los padres no puedan controlar la manera de beber y que los dejen sólos. Es lo más triste. A las 5:30 de la mañana que sucedió el asunto papás había ya muy pocos ya. Cómo pueden irse tan tranquilos y dejar a una bola de fieras borrachísimos en un evento en el cual en cualquier momento se puede salir de control”.

Los muchachos, insistió el testigo, se envalentonaron con el alcohol encima y comenzaron a molestar a padres de familia y compañeros por igual a tal grado que terminaron tirando a dos mamás que bailaban en la pista.

Los demás participantes de la fiesta los comenzaron a ver con muy malos ojos. Los meseros su único trabajo, pobre gente, es cuidar y proteger que la fiesta salga en paz. Cuando estos chamacos en la pista tropiezan con las señoras y tiran a una señora o dos mamás que había bailando es cuando revienta el problema”.

La versión de este testigo señala que los muchachos usaron los percheros de fierro para golpear a los meseros y botellas de Bacardí. El asistente detalló que al menos vio a cinco o seis meseros sangrando y que la gente comenzó a resguardarse pero que el alcohol llevado por los padres fue el verdadero detonador de la gresca.

Incluso, detalló que en el salón Tres Marías de Camino Real a Cholula, donde se llevó a cabo la fiesta, fue severamente dañado y todos los baños fueron muestra de la deplorable situación en que terminaron los adolescentes. “Terminaron todo vomitados. Veías jóvenes y señoritas mal. Terrible”, detalló.

La doble moral del IMEX

A pesar de que vía Twitter se ha solicitado una versión institucional al colegio, hasta el momento CENTRAL no ha recibido una postura. Originalmente la escuela analizaba una respuesta que se daría tras una junta realizada el día de ayer con Mariana Landero, la banquetera encargada del evento, pero hasta el momento no ha llegado dicho comunicado.

Este colegio en Puebla ha manejado una imagen ultraconservadora y de “buenas normas”, el pasado primero de junio convocaron a una manifestación junto con el PRI en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Es precisamente en su cuenta de Twitter, donde el Instituto México llama a marchar “A favor de la Familia” el próximo domingo 3 de julio y fue el organizador de una primera manifestación de católicos en contra de que familias homoparentales adopten y también parejas homosexuales contraigan matrimonio. 

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