El Arzobispo primado Norberto Rivera Carrera defendió hoy que en la Iglesia mexicana hay “tolerancia cero” respecto a la pederastia, y rechazó haber encubierto los casos de abuso por parte de sacerdotes ocurridos en el país.
En una conferencia de prensa, Rivera señaló que “al menos unos 15 sacerdotes han recibido no solamente el juicio, sino sentencias”, que “afortunadamente no tenemos que dar nosotros aquí”.
Las autoridades eclesiásticas del país hacen una investigación y la documentación correspondiente se envía a Roma, “y el santo padre es el que ha tomado las decisiones en estos casos tan dolorosos, porque sí han sucedido aquí en México”, detalló.
Rivera sostuvo que en la Arquidiócesis, en la que lleva 18 años, siempre ha habido “tolerancia cero” con estos crímenes, “porque es destrozar la vida de un inocente, es destrozar la vida de toda una familia con actos tan detestables como es la pederastia”.
“No falta quien inventa que yo en determinado momento protegí, cuando en realidad aquel sacerdote o ya está en la cárcel o ya está retirado del ejercicio del ministerio”, agregó el arzobispo primado.
México arrastra numerosos escándalos de pederastia, con casos y acusaciones de que la Iglesia protegió a los curas presuntamente implicados.
El país también fue cuna y hogar del padre Marcial Maciel, fundador de Los Legionarios de Cristo fallecido en 2008 y del que se comprobó que cometió abusos sexuales contra seminaristas, tuvo varios hijos con diferentes mujeres y era consumidor habitual de drogas.
El 4 de junio pasado, el Papa Francisco decretó el reforzamiento de las normas contra los casos de pederastia, por las que los obispos podrán ser destituidos de su cargo si han actuado de modo negligente o han omitido acciones al respecto.
Por otra parte, en la conferencia Rivera también pidió a los migrantes mexicanos en EU “portarse mejor”, para que las autoridades no les detengan y deporten.
“Las deportaciones vienen cuando pescan a nuestros paisanos porque están violentando en su familia; allá la mujer, consciente de sus derechos, avisa a la policía, interviene la policía y van para (Ciudad) Juárez”, afirmó el arzobispo.
También puso el ejemplo de que en las fiestas navideñas y en las organizadas en diciembre “por amor a la Virgen de Guadalupe”, los migrantes mexicanos se emborrachan y cuando las autoridades les descubren los llevan “a casa”.