Cataluña dio hoy un paso más en su determinación de separarse de España: el parlamento regional hizo caso omiso de las advertencias del Tribunal Constitucional y aprobó, gracias al voto de los grupos secesionistas, una resolución que abre la puerta a una declaración unilateral de independencia.
La reacción del gobierno español de Mariano Rajoy no tardó en llegar. El ejecutivo anunció que llevará la iniciativa secesionista ante el Tribunal Constitucional y que “defenderá el orden constitucional, la igualdad y el derecho de todos los españoles a decidir sobre su país”.
La coalición separatista Junts pel Sí y el partido anticapitalista Candidatura de Unidad Popular (CUP) apoyaron las conclusiones de la comisión que estudió el llamado proceso constituyente catalán, que avalan una serie de leyes que pretenden facilitar la secesión y contemplan un “mecanismo unilateral de ejercicio democrático”, es decir, un referéndum independentista no pactado con España, o por lo menos no con Madrid.
La votación no estuvo exenta de polémica. Los grupos de la oposición, contrarios a la resolución, advirtieron de sus consecuencias y acusaron a los separatistas de buscar enfrentarse con el Tribunal Constitucional, que prohibió el debate en la Cámara regional.
Desde el Partido Popular (PP), al cual pertenece Rajoy, calificaron el texto aprobado como un “atentado al Estado de Derecho”.
El jefe del Gobierno catalán, el independentista Carles Puigdemont, defendió la legitimidad del Parlamento regional para impulsar leyes e iniciativas. “Estoy de acuerdo con que cumpla con el encargo de los ciudadanos (…) No estamos fuera de la legalidad”, expresó.
El desafío del parlamento de la región del noreste de España llega en un delicado momento político en el país, ya que los partidos continúan su búsqueda por un acuerdo de gobierno tras más de medio año sin poder ejecutivo.
Haciendo un alto en las negociaciones, Mariano Rajoy se puso en contacto hoy con los principales líderes políticos para abordar el tema catalán. Tanto el socialista Pedro Sánchez como el partido liberal Ciudadanos expresaron su apoyo al gobierno español y a la disposición del Tribunal Constitucional de actuar contra las decisiones acordadas en Cataluña.
Cataluña, de 7,5 millones de habitantes, celebró en septiembre un plebiscito en el que ganó la lista Junts pel Sí, auspiciada por el máximo impulsor del proceso de independencia catalana, el entonces presidente del gobierno regional Artur Mas. Sin embargo, la lista no obtuvo mayoría absoluta, por lo que se vio obligada a pedir el apoyo de los anticapitalistas y secesionistas de la CUP para poder gobernar.