Vendedores de la Central de Abasto amagaron con cerrar los acceso del centro comercial además de prohibir que los compradores usen el estacionamiento si el ayuntamiento de Puebla no retira a franeleros además de enviar una patrulla que vigile el lugar desde las 4 de la mañana.
Alejandra Luna Salazar, representante de la organización, refirió que los conocidos “viene, viene” cobran altos costos a sus clientes por ocupar los cajones y que están involucrados en los robos a transeúntes.
“Hay muchos robos, se roban los autos completos. La semana pasada se llevaron una camioneta y nadie dice nada. Hace 15 días se llevaron un taxi. Hay muchos robos”, refirió.
Recordó que desde el 1 de mayo, los bodegueros pidieron al encargado de despacho de la Secretaría General del Ayuntamiento, Rafael Guzmán retirar a los franeleros. Sin embargo hubo negativa debido a los incentivos económicos diarios que entregan a los funcionarios municipales.
El negocio, explicó la comerciante, está en cuatro personas que controlan 50 cajones y que acusó son los responsables de los robos que comenten a clientes, que aunque los reportan nadie los atiende.
Al menos 140 comerciantes, dueños de 100 bodegas y locales han manifestado su inconformidad por los crecientes hurtos a las unidades y asaltos a los compradores, sin que hasta el momento el Consejo de la Central de Abasto, a cargo del Ayuntamiento, así como la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal intervengan.
“Nosotros queremos poner a las personas que cuiden, que sean de nuestra confianza. En una asamblea determinamos que a las 4 de la mañana no vamos a permitir que se abra el lugar si vemos que no nos hacen caso”, dijo.
Después de una negociación con representantes de la Comuna, Luna Salazar refirió que este martes analizarán la situación y que en días próximos tomarán esa medida.
Señaló que buscan que el ayuntamiento contrate a una persona de vigilancia en el área y terminar con los ingresos “por abajo” de los franeleros, quienes han referido que tienen permiso de laborar porque supuestamente pagan a través de una cuenta bancaria a la Tesorería.