Friday, 19 de April de 2024

Gobierno

Moreno Valle hipotecó Puebla con Evercore de forma INDEFINIDA: El Universal

- Foto: Especial

En su columna publicada en El Universal, el periodista Ricardo Raphael confirmó lo revelado por CENTRAL que el fideicomiso se maneja de forma opaca y está libre de fiscalización

Por Viridiana Lozano / @Viriloz / / Puebla, Puebla

El fideicomiso contratado por el gobernador Rafael Moreno Valle con Evercore, de Pedro Aspe para que recabe y maneje los recursos del estado por concepto de Impuesto Sobre la Nómina es indefinido, pues el convenio firmado con la empresa señala: “el estado renuncia expresamente a su derecho de revocar el presente fideicomiso en virtud de que se trata de un fideicomiso irrevocable”.

El periodista nacional Ricardo Raphael reveló detalles del contrato firmado por el exsecretario de Finanzas, Roberto Moya con la empresa de Pedro Aspe, en su columna “Fideicomiso Evercore-Puebla” publicada hoy en El Universal.

El texto confirma lo adelantado por CENTRAL en el sentido de que el fideicomiso está libre se maneja de forma opaca, pues al no formar parte de  la administración pública está libre de fiscalización.

El periodista acusa que el contrato tiene cláusulas “aberrantes y contrarias al esfuerzo que el país ha emprendido para luchar contra la corrupción”, pues tanto el gobierno de Puebla como la empresa se han esforzado en mantener en la opacidad los pormenores del contrato.

Una de las cláusulas del contrato firmado, según el gobierno por los próximos 50 años, señala que el fideicomiso es irrevocable, es decir, ningún gobernante futuro podrá deshacerlo:

Es intención afectar de manera irrevocable los ingresos presentes y futuros derivados de la recaudación del ISERTP (impuesto sobre la nómina) con el propósito de establecer un mecanismo de administración y fuente de pago de todo tipo de obligaciones que contraiga el estado de manera directa o alterna.

Aunque según esta cláusula, el dinero del fideicomiso podría ser utilizado para pagar cualquier obligación económica del gobierno de Puebla, en rueda de prensa el exsecretario de Finanzas, Roberto Moya declaró que solo sería utilizado para el pago de Proyectos para la Prestación de Servicios que ascienden a más de 22 mil millones de pesos.

Esta es la columna íntegra publicada este día en El Universal sobre el caso:

Para Adolfo Sánchez Rebolledo, cuya biografía seguirá inspirando.

Es un vehículo financiero diseñado para capturar recursos públicos por un periodo indefinido de tiempo y sin ninguna transparencia; además permite pagar a proveedores y contratistas sin que estos hayan cumplido con los criterios previstos por las leyes de adquisiciones y obras.

A nombre del gobierno de Puebla firmó el contrato que le dio origen el secretario de Finanzas, Roberto Juan Moya Clemente; por parte de Evercore Casa de Bolsa —empresa cuyo dueño es el ex secretario de Hacienda, Pedro Aspe Armella— signaron Gabriela Olvera Cravioto y María Fernanda Díaz Barreiro.

Este contrato, fechado en noviembre de 2012, merece ser combatido con toda la fuerza del repudio público. Sus cláusulas son aberrantes y contrarias al esfuerzo que el país ha emprendido para luchar contra la corrupción.

Para hacerse una idea del propósito entregado al fideicomiso Evercore-Puebla sirva esta cláusula del contrato: “Es intención afectar de forma irrevocable los ingresos presentes y futuros derivados de la recaudación del ISERTP (impuesto sobre la nómina) con el propósito de establecer un mecanismo de administración y fuente de pago de todo tipo de obligaciones que contraiga el estado de manera directa o alterna…”.

El contrato afirma que este fideicomiso no forma parte de la administración pública; podría entonces

interpretarse que se trata de un vehículo privado. Sin embargo la Constitución contempla las cosas de otra manera: ya que los recursos que se encuentran en su panza son de origen público este fideicomiso es sujeto obligado frente a las leyes de transparencia y acceso a la información.

Con todo, las autoridades poblanas —y también Evercore— han sido morosas para brindar información relativa a los ingresos y gastos de este fideicomiso. Por la misma vara se han negado a comunicar la lista de proveedores y contratistas beneficiados por su esquema de pagos.

Para continuar con el escándalo, resulta que la vigencia del fideicomiso es indefinida. Nuevamente el texto habla por sí solo: “el estado renuncia expresamente a su derecho de revocar el presente fideicomiso en virtud de que se trata de un fideicomiso irrevocable”.

En caso de que el ISERTP fuese derogado, el contrato establece que el fideicomiso podría exigir al gobierno poblano que cubra sus obligaciones con los impuestos que hayan sido creados para sustituirle.

En efecto, este vehículo sólo podría extinguirse si su objeto fuera imposible o bien, si se hubiesen cubierto todos los pagos a proveedores o contratistas. Basta con que sobreviva una deuda —así sea de un peso— pagadera a noventa y nueve años, para que este vehículo permanezca durante todo este tiempo y se alimente mientras tanto del impuesto sobre la nómina o contribuciones sustitutas.

Una última sorpresa: la autoridad que suscribió este fideicomiso a nombre del estado de Puebla no fue el Congreso, ni el gobernador, sino el secretario de Finanzas.

La firma de un solo funcionario bastó para capturar un ingreso que se calcula en varios miles de millones de pesos; no podemos saber el monto exacto hasta que Evercore libere la información precisa y por la misma razón tampoco es posible conocer el destino del gasto realizado desde 2012.

ZOOM: ¿Y si Puebla no fuera el único estado donde se han firmado fideicomisos con la marca Evercore?

www.ricardoraphael.com

@ricardomraphael

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