Wednesday, 24 de April de 2024

Entre promesas y castillos de papel el proyecto de Enrique Peña Nieto

Por Daniel Fajardo Patrón / /

El "nuevo gasolinazo" se convierte en otro de los climax negativos en el sexenio de Enrique Peña Nieto que refuerzan el fracaso del proyecto de gobierno que encabeza.

Recuerdo que al inicio me sumé a muchos de los esépticos que no nos fuimos con la finta de los eslóganes de campaña que acompañaron dichos actos y que igualaron a estos eventos con las reformas más importantes en la historia del país, las que necesitábamos para mover a México como ellos decían.

Mi postura, a diferencia de la de muchos grupos radicales quienes preferían que estas reformas no se realizarán,  era la de ser mucho más crítico, las reformas en materia de energía y educación, solo por citar dos, son más que necesarias y deben mantenerse como un esfuerzo continuo que garantice el desarrollo del país sin embargo, el que de la noche a la mañana se anunciara el inicio de éstas me pareció más a una vieja práctica de gobierno, como aquella que vendió el programa solidaridad en tiempos de Carlos Salinas de Gortari donde hasta vídeo musical había y que de la noche a la mañana el país amaneció en una de las peores crisis de la época moderna de nuestro país.

Tantas reformas que se anunciaron como un gran logro del Presidente y su equipo, eran una apuesta de mucho riesgo, con tantos cuestionamientos en torno a ellas solo dos caminos quedaban, efectivamente reivindicar el concepto de un nuevo PRI capaz de conducir al país hacia un nuevo rumbo o bien, el regreso de una nueva era de promesas de campaña sin nunca cumplir pero en esta ocasión con una factura mucho más cara por pagar.

Las reformas al final fueron eso, buenas ideas que sin embargo por su falta de sustento terminaron cayéndose una por una de manera estrepitosa. Pensando muy ligeramente me daría la impresión de que quienes diseñaron esta estrategia para este gobierno pensaron que las personas creerían con facilidad en estas promesas, que todos nos iríamos con la idea de la campaña de comunicación que se lanzó en su momento y que veríamos el proyecto de gobierno de Enrique Peña Nieto como uno de los más importantes en la historia de México, el que sí pudo llevarnos por fin de regreso a esa estabilidad económica que fuimos perdiendo décadas atrás.

Al final solo podemos evaluar lo que vemos, el proceso solo lo pueden calificar quienes han colaborado en desarrollarlo, pero el resultado este 1 de agosto, fecha en la que el combustible volverá a subir pese haber sido un eslogan en la campaña por la presidencia de Enrique Peña Nieto, es una evidencia muy clara de que algo falló y por ende se hizo mal.

El tener un país secuestrado en muchos puntos por "maestros" y que la reacción del gobierno federal no llegue siendo que este conflicto detonó por una reforma, muestra la falta de visión de quién decidió iniciar esta mecha, simplemente un gobierno que poco a poco se quedó rebasado, y así podemos citar como respuesta predeterminada ("gobierno rebasado") a cada uno de los cuestionamientos que tenemos al ver estas reformas de energía y educación caer ante situaciones que como variables no podían predecirse en el pasado pero que evidencían la fragilidad de las reformas al grado de que con un pequeño soplido, todo el teatro del gobierno del Presidente se viniera al suelo, me da la imagen de quién quizo construir un castillo de papel cuando debía hacerlo de roca.

Es una lástima perder otros 6 años con este proyecto y empezar a pensar en el que sigue, se vale fracasar y reintentarlo, las grandes naciones que hoy lideran nuestro mundo vivieron este proceso de ensayo y error, pero lo que a mí me molesta amigo lector es la sensación de sentirme como si me hubieran tratado de tomar el pelo, de venderme movimiento para el país con puras palabras, que si bien tuvimos la suerte de que este teatro se cayera con estos resultados que sorprendieron al gobierno, ¿cuándo habían ideado que la gente se daría cuenta de lo inviable de estas reformas?, ¿en la siguiente campaña electoral cuando el próximo candidato del partido pidiera la continuidad del PRI en el gobierno porque falta tiempo para que podamos ver dentro de otros 6 años los resultados de estos cambios?

Al igual que al inicio el equipo de EPN tiene dos caminos, o trata de rescatar la credibilidad de su proyecto con acciones que reivindiquen estas reformas con resultados que puedan notarse antes de que concluya el sexenio o bien como en la práctica del box, solo recargarse en las cuerdas, y recibir los golpes esperando a que suene la campana para que concluya la pelea e irse a casa? ¿Usted qué opina?

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