Los estatutos de Acción Nacional impiden la renovación de las dirigencias estatales hasta tres meses antes de un proceso electoral, por lo que el líder en Puebla, Rafael Micalco Mendez deberá permanecer en su cargo al menos hasta que termine la elección a la minigubernatura en la entidad, es decir, en junio de 2016.
La fracción XV del artículo 33 bis de los estatutos del PAN, establece que es obligación de la Comisión Permanente: “posponer la convocatoria a proceso de renovación de los Consejos Estatales (...) cuando el periodo de sus cargos concluya dentro de los tres meses anteriores al inicio de un proceso electoral. El acuerdo definirá el nuevo plazo para la convocatoria respectiva”.
Micalco Méndez concluye su cargo como líder estatal del blanquiazul en Puebla en diciembre, por lo que, de acuerdo con los estatutos del partido, la Comisión Permanente deberá aprobar una extensión de su periodo al menos hasta que termine el proceso electoral, que inicia la segunda semana de noviembre de este año.
Aún con lo marcado en los estatutos, los morenovallistas continúan presionando a la dirigencia nacional para que adelante el proceso de renovación del PAN en Puebla e impedir que Micalco tome decisiones importantes como: la designación del candidato que buscará la sucesión de Moreno Valle, la estrategia de campaña, y si es que el partido va o no en alianza con otros institutos políticos.
El pasado 7 de abril comenzó públicamente la guerra al interior del PAN, cuando Rafael Micalco declaró ante los medios de comunicación que se había roto la comunicación con el gobernador.
A lo largo de la elección, Micalco Méndez denunció una serie de irregularidades como la sustitución de la estructura electoral a unos días de la jornada, la amenaza a militantes y candidatos afines a su proyecto, y que le retiraron la operación de la campaña y hasta los recursos económicos.
Rafael Micalco incluso acusó que el PAN había negociado el triunfo del PRI-Verde en los distritos electorales de Izúcar de Matamoros, Atlixco y Ajalpan.
La petición para la destitución de Rafael Micalco la realizó el morenovallista, Roberto Grajales, el 16 de junio ante la Comisión Permanente Nacional, sin embargo su solicitud fue rechazada y el líder Gustavo Madero creó una comisión especial para arreglar las diferencias entre los militantes de Puebla.
