Puebla se posiciona en el primer lugar en muerte infantil, de acuerdo con datos registrados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), pues en el estado fallecen en promedio 16.2 niños menores de un año por cada mil nacidos. La medición corresponde a 2013, el cual es el último año en que se hizo esa medición.
Puebla se ubica entre el grupo de nueve estados que rebasan la media de la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) nacional, la cual corresponde a un promedio de 12.8 fallecemientos por cada mil niños de reciente alumbramiento.
En el territorio poblano la tasa de mortalidad infantil se sitúa, en el caso de los varones, en 17.8 por cada mil nacimientos, y en el de las mujeres, en 14.5 decesos por la misma cantidad.
Los estados que presentan la mayor incidencia en muerte infantil, después de Puebla que encabeza la lista, están el estado de México, con 15.1 defunciones; Tlaxcala, con 14.8, Guerrero con 14.7, así como Chihuahua, que reporta 14.1.
Por el contrario, Nuevo León, Coahuila y Sinaloa son los lugares en donde existen menos defunciones en infantes menores de un año, con 9.1, 9.2 y 9.8 casos, respectivamente.
A nivel nacional, según el informe, de un millar de hombres nacidos 14.0 fallecen dentro del mismo periodo, y en el caso de las féminas se contabilizan 11.4 defunciones, es decir, la muerte infantil es mucho más frecuente en varones que en las mujeres.
Se considera importante el primer año de vida en la muerte infantil para instituir el indicador, pues este lapso es el más crítico para el ser humano, después del año las probabilidades de sobrevivir aumentan.
Para muchas organizaciones sociales este indicador se relaciona en gran medida a los niveles de pobreza y a la calidad de seguridad social, por lo que el combate a esta clase de fallecimiento forma parte de los objetivos del Milenio de las Naciones Unidas.
Respecto al tema la organización internacional con representación en México Save the Children, elaboró un reporte denominado “Salud infantil en México. Análisis exploratorio de la política pública presupuestal 2000–2015”, donde señala que mientras mujeres, niñas y niños mueran en condiciones de pobreza, estas defunciones constituyen violaciones a los derechos, como lo son el acceso a la salud y la alimentación, además de ser el reflejo de una persistente desigualdad social.
“La gran mayoría de esas muertes son prevenibles porque existe el conocimiento y la tecnología para que no sucedan y con frecuencia están relacionadas con la falta de acceso a una alimentación adecuada y servicios de salud de calidad. La desigualdad es un determinante de particular relevancia en países de ingreso medio, como México… se concentran en un segmento muy concreto de la población: personas que viven en condiciones de pobreza en zonas rurales, zonas urbanas marginadas y, en gran medida, en poblaciones indígenas”, señala.
De acuerdo con la Organización No Gubernamental, Puebla es un caso notorio, pues regista una incidencia que rebasa los 12 casos que se ubican por arriba de la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) nacional, incluso por arriba de los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, que están entre las entidadas más marginadas y pobres del país.
“Un niño que nace en Nuevo León tiene mayores posibilidades de sobrevivir en su primer año de vida que una niña que nace en Puebla o en Guerrero”, indica el documento.