El secretario de Seguridad Pública de Puebla, Facundo Rosas decidió poner a un chivo expiatorio que asumiera la responsabilidad del Caso Chalchihuapan para salvar su cabeza. Fuentes de la dependencia estatal informaron a CENTRAL que el funcionario morenovallista pactó con los 3 directivos responsables del operativo sacrificar al director de Operaciones Policiales, Willibaldo Ramón para evitar su defenestración.
El martes por la tarde, el funcionario estatal convocó a un cónclave en el que estuvieron el propio Willibaldo Ramón; la subsecretaria de Operaciones Policiales, Ofelia Ramos; y el coordinador de Despliegue Territorial, Yair Bibiano Sánchez; quienes participaron en la coordinación del operativo del pasado 9 de julio en donde fue herido de muerte el niño José Luis Tehuatlie.
Los funcionarios de tercer nivel decidieron en la reunión que el director de Operaciones Policiales de la Policía Estatal Preventiva asumiría la responsabilidad del violento desalojo de la autopista Puebla-Atlixco.
Sin embargo, el pasado 6 de agosto en su comparecencia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Facundo Rosas asumió la responsabilidad de todo el operativo, según declaró el ómbudsman Raúl Plascencia, quien al términar ese día la audiencia dijo:
Rindió el testimonio correspondiente, dio respuesta a todas las preguntas que le fueron formuladas. Él manifiesta que él estuvo a cargo de todo el operativo y que el operativo estuvo bajo su responsabilidad".
Además, las voces de los tres directivos que decidieron salvar la cabeza de Facundo Rosas se escuchan en el audio publicado por este periódico digital el pasado 29 de julio, en el que se la subsecretaria de Operaciones Policiales, Ofelia Ramos, coordina el operativo sin previo y ordena gasear a los pobladores sin diálogo de por medio: "Si quieren dialogar que se vayan a Puebla”, dice la funcionaria estatal.
Ayer, la SSP envió un comunicado en el que señaló, a 42 días del operativo, a Wllibaldo Díaz Castillo como el responsable de la movilización de los policíasque dispararon 231 proyectiles de gas lacrimógeno para dispersar la manifestación de los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan.
La decisión de enviar un chivo expiatorio fue tomada luego de que medios nacionales y locales publicaron que el gobierno de Rafael Moreno Valle decidió reservar por 7 años la información de cuántos policías participaron en el operativo; cuántas armas llevaron y de qué tipo; y quién fue el funcionario que dio la orden de desplegar a los granaderos para despejar la autopista.