Paulina Camargo era una joven de 19 años ansiosa por convertirse en mamá. Su sueño fue truncado cuando su novio, José María Sosa terminó con su vida el pasado 25 de agosto porque no quería hacerse cargo de su hijo que nacería en tres meses.
Los padres de la joven, María del Rocío Limón y Rolando Camargo recuerdan a su hija como una persona alegre, sincera y con un gran corazón, pues dedicaba gran parte del tiempo a rescatar a perros de la calle, alimentarlos y darles un hogar.
Aunque el sábado los padres de la joven declararon afuera del edificio de la Procuraduría General de Justicia que su hija había fallecido, según confesó el propio José María Sosa, los familiares de Paulina han iniciado una cadena de oración para que “encuentre el camino a casa”, pues aún guardan la esperanza de que se encuentre con vida.
El sábado, José María Sosa fue consignado al penal de San Miguel luego de confesar que el 25 de agosto acompañó a Paulina Camargo a una consulta médica, la llevó a su departamento y le aplicó una llave china usada en el Full Contact hasta que dejó de respirar. Luego, aseguró, arrojó su cuerpo a un contenedor de basura.
Ante la misión casi imposible de que los peritos encuentren el cadáver de Paulina Camargo entre más de 6 mil toneladas de basura en el Relleno Sanitario de Chiltepeque, el abogado de José María Sosa, Agustín García García acusó que su cliente fue torturado y rectificó que sólo está detenido por “falsedad de declaraciones” por lo que podría salir libre en las próximas horas.
El asesinato de Paulina Camargo es el feminicidio número 164 que se ha cometido en Puebla en los últimos cuatro años, desde que inició la administración del gobernador Rafael Moreno Valle, según el Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y reproductivos AC (Odesyr) en Puebla.
Hasta ahora la PGJ no ha dado información oficial sobre el caso, ni lo ha tipificado como feminicidio; sin embargo la abogada de la familia Camargo asegura que fue un crimen de odio.
El embarazo de Paulina Camargo
En sus últimas publicaciones de su perfil de Facebook, Paulina Camargo daba cuenta del avance de su embarazo. La joven no se cansaba de presumir que estaba a punto de dar a luz y se lamentaba, con humor, por los “achaques” que le causaba el embarazo.
Además, Paulina Camargo llenaba su muro con fotografías de perros callejeros, a quienes recogía, alimentaba y buscaba un hogar.
Debido a su embarazo, Paulina decidió postergar su entrada a la universidad hasta que naciera su hijo, y mientras tomaba clases de inglés.
Según declararon los padres, José María Sosa le pidió en dos ocasiones a Paulina que abortara, sin embargo la joven se negó y decidió tener a su hijo.
Durante el verano, José María Sosa cortó comunicación con Paulina y cambió de teléfono para no recibir más llamadas. Pero el 25 de agosto la buscó con la promesa de que asumiría la responsabilidad del hijo y hasta se ofreció para acompañarla a una clínica de obstetricia en la Plaza del Sol San Manuel.
Los sueños de Paulina Camargo terminaron ese 25 de agosto, cuando José María Sosa decidió terminar con su vida y la de su hijo. Las autoridades mantienen la búsqueda del cuerpo de la joven de 19 años en el Relleno Sanitario de Chiltepeque y sus padres oran porque “regrese a casa”.