La escena donde fue encontrado el cuerpo de Neftalí Herrera Romero, custodio encargado del Banco de Armas del penal de San Miguel y que presuntamente se suicidó la noche del pasado viernes, fue alterada por el Jefe de Seguridad y Custodia del centro de readaptación social, Víctor Hugo Rosales García.
Esta versión sobre el sospechoso suicidio del titular de la Armería fue dada a conocer hoy por el director del diario e-consulta, Rodolfo Ruiz, quien en su columna “La Corte de los Milagros”, detalla que Rosales García, quien estaba al mando al momento de ser reportado el suicidio, alteró el lugar y tomó varias armas que se encontraban ahí.
La noche del sábado fue hallado muerto en el almacén de armas del Cereso de Puebla o penal de San Miguel un custodio. La versión oficial es que el policía se suicidó, pero los enterados aseguran que en realidad ocurrió otra cosa, pero el jefe de Seguridad y Custodia, Hugo Rosales, que era el que estaba al mando, entró y alteró la escena, pues retiró varias armas del lugar”, publica Ruiz este día.
Como CENTRAL informó, Neftali Herrera Romero, encargado del Banco de Armas del penal de San Miguel, fue encontrado muerto este sábado por la mañana al interior del centro de readaptación social. Al parecer el custodio se habría suicidado con una de las armas a su cargo la noche del viernes.
El cuerpo habría sido encontrado por sus compañeros empuñando un arma con la que supuestamente se suicidó. Hasta el momento se desconoce el verdadero motivo de su muerte. El cuerpo fue levantado el sábado al mediodía por el agente del Ministerio Público de Homicidios que se constituyó en el Penal de San Miguel.
La Procuraduría General de Justicia en Puebla inició la constancia de hechos 324/2015 de la Agencia Especializada en Homicidios.
Los hechos ocurren unos días después de que el ex titular del penal de San Miguel, Óscar Ramírez Martínez fuera reubicado en la penitenciaría de Ciudad Serdán después de una serie de denuncias anónimas de corrupción al interior del Cereso de la capital de Puebla.
Óscar Ramírez fue acusado en distintas ocasiones por los internos del penal, a través de cartas y correos electrónicos, de encabezar una red de corrupción junto con el director de Seguridad y Custodia, Víctor Hugo Rosales García.