Este jueves estuvieron en cabina con Carmen Aristegui: Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete, normalista de 18 años desaparecido por policías en Iguala, Omar García, normalista e integrante del Comité Estudiantil de Ayotzinapa, Nicolás Andrés Juan, padre de Édgar Andrés, normalista herido en un ataque de policías municipales de Iguala y Santiago Aguirre, abogado e integrante del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
Omar García, normalista e integrante del Comité Estudiantil de Ayotzinapa relató que sí estuvo en el segundo ataque. Acorralaban la zona del primer ataque porque no había llegado ninguna autoridad y los medios locales y estatales a quienes le pedían que cubrieran el caso les dijeron que lo tenían prohibido por el gobierno municipal y estatal y dos horas después llegaron periodistas a tomar fotografías y sucedió el segundo ataque, mientras hablaban con cinco o seis reporteros y maestros. “Repentinamente empezaron los balazos, se escuchó el ametrallamiento” no pudimos percatarnos de quienes eran, estaba oscuro de la carretera que entra de Teloloapan a Iguala” el lugar de donde venían las ráfagas.
Omar Garía comentó que resultaron muertos dos compañeros y a Julio César Mondragón lo desollaron porque tuvo a valentía de escupirle en la cara al agresor, pero dijo no saber quienes eran los culpables y creen que fue una maniobra para que los vincularan con el crimen. Explicó que el ejército llegó cuando huía de quienes los perseguían con otros 27 compañeros para buscar un hospital para atender a Édgar Andrés Vargas. Explicó que llegaron de forma violenta, dándoles puñetazos e incluso a quien estaba herido lo sometieron y al decirles que necesitaba apoyo porque habían sido atacados por policías le dijeron: “Pues ustedes se los buscaron”.
Omar García platicó que los integrantes del ejército nos tomaron fotos y pidieron nuestros nombres reales “porque si nos dan sus nombres falsos, nunca los van a encontrar”. La gente nos ha dicho que los expertos en desaparecer personas es el ejército y que si no nos hemos preguntado porque a 33 días no hay pistas, dijo Omar García, integrante del Comité Estudiantil de Ayotzinapa, quien estuvo presente en uno de los ataques de los policías de Iguala contra normalistas.
El ejército siempre llegaba a arreglos con los narcos, “le dan su mochada” e incluso les enseñan a los niños a dispara. Haymuchas cosas ocurren en Guerrero y queda registrado en la memoria de los niños, quienes no tienen oportunidad de estudiar terminarán ahí, dijo García.
Acerca de las versiones que intentan vincular a los normalistas con el crimen, Omar García dijo: “¡No había armas ni gente infiltrada entre nosotros los normalistas de Ayotzinapa, esas versiones son una ofensa para los padres de familia y nosotros”. Señaló que es casi una oportunidad única estar en la Normal rural, ya que en Guerrero uno de cada 10 campesinos llegan a la universidad y no se vale que los quieran vincular con la delincuencia.
Sobre la reunión que mantuvieron este miércoles los padres de normalistas desaparecidos con el presidente Enrique Peña Nieto; Emiliano Navarrete dijo “esperaba algo más eficaz” con ganas de que los encontraremos y lo mantuviera con la esperanza. Porque aseguró que de la boca de Peña Nieto se escuchó lo que ya había oído de otros funcionarios estatales. “Le falta mucho para representar a una sociedad, opinó el padre de José Ángel Navarrete, normalista de 18 años, desaparecido por policías municipales de Iguala, Guerrero.
Además recordó que la reunión con el presidente se dio hasta 33 días después de que los jóvenes están desaparecidos y fue por la lucha que han mantenido. “No le vengo a pedir un favor , le vengo a pedir justicia como ciudadano que soy", le dijo Navarrete a Peña, porque “fueron personas de gobierno que cometieron el atropello contra nuestros jovencitos".
En tanto, Nicolás Andrés Juan, padre de Édgar Andrés, normalista herido la madrugada del 26 de septiembre por policías de Iguala, Guerrero consideró que es triste ver que a estudiantes que buscan el progreso y superación sean reprimidos por el Estado.
Relató que su hijo fue herido y los militares impidieron que lo llevaran al hospital, dejandolo desangrarse durante dos horas y al ser atendido estuvo a punto de morir. Su compañero de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Omar García fue quien se comunicó para avisarle que su hijo Edgar estaba herido de mandíbula y por teléfono le dijo: "Te pido de favor que lo auxilies y lo lleves a un hospital". Aunque en un principio le dieron pocas esperanzas de sobrevivir, explicó que actualmente está hospitalizado recuperándose.