Gas lacrimógeno, macanazos, cohetones, ciudadanos, activistas y periodistas agredidos y 15 detenidos fue el saldo de la marcha por Ayotzinapa del pasado jueves en la Ciudad de México.
Miles de personas marcharon de manera pacífica, entre ellos niños y personas de la tercera edad; sin embargo, se reportó tanto por usuarios de redes sociales como por parte de organizaciones civiles, que policías y encapuchados agredieron a manifestantes.
El Frente por la Libertad de Expresión y la Libertad de la Protesta Social señaló en un comunicado difundido el mismo jueves, que “resulta preocupante que no existan condiciones para garantizar y respetar el derecho a la protesta social”.
La práctica sistemática del [Gobierno del Distrito Federal] GDF de detener arbitrariamente a cualquier grupo de gente joven en contextos de manifestaciones […] prenden focos de alerta: se caracteriza negativamente a los grupos que protestan y se amenaza con el uso de la fuerza”, advirtió.
Exigió además el “respeto absoluto a las expresiones de protesta y resolución de las demandas que las generan”.
Además, diversos colectivos civiles activaron la red #RompeElMiedo para monitorear el desarrollo de las manifestación del 20 de noviembre. La red es una plataforma de articulación de medios y colectivos de defensores de derechos humanos, que tiene como objetivo la protección y seguridad de las personas y su trabajo en coberturas de movilizaciones sociales o de alto riesgo.
Durante la movilización del jueves algunos contingentes se protegieron usando cordones para no permitir la entrada de infiltrados ni de personas encapuchadas. Sin embargo y pese a las medidas que se tomaron, durante y posteriormente de la manifestación del jueves, en redes sociales usuarios comenzaron a difundir diversos videos y fotografías que documentaban agresiones y supuestas detenciones arbitrarias en el Zócalo capitalino.
En Twitter difundieron la madrugada del pasado viernes un video en el que se observa a granaderos agrediendo a personas que se encontraban en el restaurante-bar Salón Corona, ubicado en el centro de la Ciudad de México.
En la grabación se ve a los comensales gritarle a los granaderos, mientras los elementos de seguridad golpean a las personas que se encuentran más cercanas a ellos. En tanto periodistas, activistas y organizaciones civiles reportaron agresiones por parte de encapuchados y policías durante la manifestación.
En las inmediaciones del Palacio Nacional, la policía, protegida con cascos y escudos, respondió con golpes, extintores y gases lacrimógenos a los jóvenes que los atacaban con bombas molotov y botellas. Durante más de media hora se sucedieron los disturbios.
El caso de Juan Martín Pérez García, Director Ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), se difundió rápidamente por las redes. Pérez García aseguró que fue agredido por los policías. El activista indicó que su familia, incluido su hijo a quien llevaba en brazos, recibió agresiones físicas por parte de los elementos policiacos.
Estas expresiones de autoritarismo inhiben a la sociedad ante el riesgo de ser agredido o detenido”, han alertado organismos civiles, quienes también señalan que el “miedo a marchar parece generalizarse”.
Por ello previo a cualquier movilización, lanzan algunas recomendaciones para que los manifestantes puedan protegerse, e incluso sobre qué pueden hacer ante una detención arbitraria.
A continuación los puntos más importantes que cualquier manifestante debe tomar en cuenta antes de movilizarse:
