Friday, 29 de March de 2024
Jueves, 08 Octubre 2015 10:05

‘Guerreros Unidos’ cumplía funciones de seguridad en Iguala y Cocula

La pobreza y desigualdad llevó a los ciudadanos a enrolarse como ‘halcones’ para la organización criminal ‘Guerreros Unidos’

Por : La Silla Rota

"Limpiar" Iguala y Cocula de la presencia delictiva del cartel de ‘La Familia Michoacana’ y la necesidad de ingresos económicos ante el desempleo en la región, llevaron a algunos ciudadanos a contratarse como ‘halcones’ del grupo delictivo ‘Guerreros Unidos’.

La Silla Rota tuvo acceso a la versión pública del expediente de Caso Ayotzinapa de la Procuraduría General de la República (PGR), que contiene las declaraciones de tres inculpados en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en las que se revelan detalles de su ingreso a la organización y el funcionamiento del grupo criminal.

A continuación se presentan fragmentos de las declaraciones ministeriales deAgustín García Reyes ‘El Cheje’ y Salvador Reza Jacobo ‘El Lucas’.

Espíritu justiciero

Ante el presunto embate de ‘La Familia Michoacana’ a distintos municipios guerrerenses y la ausencia de las autoridades para enfrentarlos, los integrantes veían al cártel de los ‘Guerreros Unidos’ como la única opción para “limpiar” a los pueblos de los delitos cometidos impunemente.

“Al principio entró otra organización al pueblo, a todos los pueblos, esa organización secuestraba, se llevaba a las mujeres, las violaban, robaban, entraban a tiendas, se llevan lo que querían, y ahí el gobierno nunca fue. Se llamaba ‘Familia Michoacana’ y la gente de todos los pueblos pedían ayuda, y el gobierno nunca iba, y los policías de ahí de Cocula tenían miedo de enfrentarse a balazos, y entonces llega esta organización a Guerrero, entonces llega a Cocula y comienzan hacer una limpia de todos los michoacanos, limpiaron a todos, significa muerte, los mataban, y entonces el pueblo estaba a gusto”, declaró Agustín García Reyes “El Cheje”.

Y los ‘Guerreros Unidos’ cumplían funciones de seguridad que la policía no realizaba en Cocula.

“Antes cuando estaba la Familia Michoacana, a las 8, a las 7 de la noche ya estaba cerrado. No había gente afuera. Ya que entró la organización (Guerreros Unidos), ya a la gente como que le gustó, porque esta organización no se metía a robar”, relató el “El Cheje”. 

Incluso los Guerreros Unidos alardeaban de su trabajo justiciero:

“Este ‘Veintiuno’ con más gente de ‘El Pelón’, balearon varias casas del pueblo y todo esto lo sé porque el mismo ‘Pelón’ lo decía en las reuniones donde pregonaba que era el encargado de limpiar el pueblo, que iban acabar con toda la gente mala de la Familia Michoacana”, contó Darío Morales Sánchez, un comisario de Apetlaca, acusado de proporcionar protección durante su fuga de “El Pato” y Jonathan Osorio Gómez, “El Jona”. 

Ingreso al cártel

La baja preparación académica, la pobreza y las falta de oportunidades laborales, llevaron a algunos ciudadanos a enrolarse en con los Guerreros Unidos.

“Yo me encontraba en el puente ubicado en Cocula, junto con una novia de nombre ****(borrado), recuerdo que era el mes de febrero, no recuerdo el día en este momento, bajamos a la cancha de básquet y ahí me encontré a “El Cheje”, el cual se llamaba Agustín García Reyes, el cual me dijo que mi nombre estaba en la lista el Cartel de Guerreros Unidos, porque según él yo andaba en malos pasos, ya que cómo tomaba seguido, comentándome que si quería trabajar para ellos, mi función iba a ser de ‘Tope’ o ‘Estaca’, que iba a estar ganando alrededor de 15 mil al mes y yo le dije que lo iba a pensar”, narró Salvador Reza Jacobo “El Lucas”.

Contó su ingreso: “al poco tiempo lo fui a buscar para aceptar trabajar para el cartel Guerreros Unidos, iniciando en el mes de febrero del año 2014 a la fecha, siendo mi función de ‘Halcón’, este es: una persona que reporta todos los movimientos que tienen diversos vehículos, incluyendo los del gobierno, marina, policía federal, PGR y otros, siendo la vía celular, ese día ‘El Cheje’, el cual se llama Agustín García Reyes, me dijo que mi horario iba a ser de las 12 de la mañana a las 4 de la mañana”.

Agustín García Reyes “El Cheje”, también describió sus funciones, ingresos y la intención de dejar el cártel:

“Yo nada más soy ‘Halcón’, yo nada más cuido si pasaba gobierno, gente armada y otras organizaciones, al principio me daba al 7 mil, ya después 6 mil 500, luego 6 y 5, fue bajando, y entonces, según yo nada más por un año, ya pasando ese año, yo hablé y me dijeron que no había salida, que sólo dos cosas, la muerte o la cárcel. Yo me aguanté pensando juntar dinero e irme con mi hermano a Los Cabos, San Lucas, pero pues sucedió esto y ya estoy aquí”, contó.

El ‘halcón’ dijo que había protección oficial, “a mí me dijo mi compa que no había problema, y que nos respalda del gobierno, o sea que si nos agarraba el gobierno, no había problema, y por eso me animé, porque vi que si estaba haciendo dinero, y pues la necesidad”.

‘El Lucas’ proporcionó los detalles de lo que tenía que informar y las claves que utilizaba para comunicarse:

“Habló conmigo ‘El Pato’, el cual se llama Patricio Reyes Landa, me dijo que las cosas tenía que reportarle a él, y a ‘El Terco’ o ‘El Cepillo’, sin saber sus nombres ni apellidos, eran los siguientes: 1) a los guachos 2) a la estatal 3) la ministerial 4) marina 5) federales 6) cualquier camioneta extraña que no haya visto, se lo tenía que reportar por mensaje de texto a su celular el cual no recuerdo, y en ese mensaje le ponía claves, por ejemplo, a los guachos les ponía ‘Verduras’, a los federales se les puso ‘Feos’, a los estatales ‘E’, a los ministeriales lo reportaba así como ministeriales”, explicó. 

Las reglas

Como toda organización, los Guerreros Unidos tenían reglas para garantizar la operación y funcionalidad entre sus integrantes.

“Teníamos reglas, por decir, sí yo agarraba a uno nomás por la fuerza, me ponían un castigo o me podían matar, teníamos reglas qué debíamos cumplir, no tomar en horas de trabajo, no drogarte, no faltarle al respeto a las personas, cuando las veías, saludarlas, si había un problema, así que un briago, o equis cosa, querían robar, yo les comunicaba, y ellos venían, le decían que qué les pasaba, la persona decía que se habían metido a su casa, y le habían robado, ellas investigaban, llegaban con el que robó, les devolvían las cosas a la señora sin cobrarle nada”.

También tenían sus sanciones físicas para quienes rompían las reglas, así lo rememoró Salvador Reza Jacobo “El Lucas”:

“Cuando uno la caga (se droga) dice la limpia, o sea, que cuando te dicen que la cagas y la limpias, te dan unos, es, dicen ellos, unos tablazos, es como una un barrote, lo agarran y le dan bien la forma de un bat, y con este te dan en el trasero, dependiendo la acción que hagas te dan, entonces ese día a ‘El Cheje’ le dieron 10, y a nosotros, a mí citó como diciendo para que veas si la cagas lo que te va a pasar, como un adelanto”.

La Silla Rota