Dos defensores de los derechos humanos de personas migrantes fueron asesinados el pasado 23 de noviembre en Tequixquiac, Estado de México, después de denunciar la presencia del crimen organizado en el corredor migratorio de la entidad.
Activistas denunciaron ayer el asesinato de los defensores Adrián y Wilson, quienes otorgaban comida y agua a los migrantes en las inmediaciones del basurero de Tequixquiac, donde el tren disminuye su velocidad.
En conferencia de prensa, Andrea González, del colectivo Ustedes Somos Nosotros, narró que en febrero de este año, ambos defensores impidieron que un grupo de presuntos Maras asaltara a migrantes que pasaban por el basurero, reteniendo a uno de los delincuentes, quien fue liberado después de entregarlo a la Policía municipal.
Wilson, originario de Honduras, declaró como testigo de los hechos ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), razón por la cual recibió hace 20 días una visa humanitaria.
Entre marzo y abril, abundó, Adrián y Wilson disminuyeron su perfil debido a las amenazas que empezaron a recibir.
Cuando las cosas se tranquilizaron, regresaron a su labor humanitaria, a pesar de que seguían viendo camionetas con personajes sospechosos rondando el basurero.
El 23 de noviembre, los activistas, junto con un grupo de voluntarios, fueron a repartir comida a los migrantes que pasaban por el basurero. A las 17:00 horas, aproximadamente, se escucharon balazos, y familiares de Adrián vieron a tres hombres correr hasta perderse de vista.
Adrián recibió tres disparos: uno en la sien, otro en el corazón, y otro en la pierna. Murió inmediatamente en el asiento del copiloto (de la camioneta que compartía con Wilson).
Wilson recibió cinco disparos: en la barbilla, en el corazón, el pulmón, el estómago y la mano. La ambulancia alcanzó a llegar, pero él murió a las 3:30 del día siguiente", describió González.
Según los doctores que lo atendieron, los agresores dispararon a quemarropa con el fin de matarlos.
La zona no se encuentra acordonada.
El Ministerio Público de Cuautitlán, al ser cuestionada sobre la investigación, mostró sorpresa por la presencia de grupos delictivos en el corredor migratorio.
González señaló a las autoridades estatales y municipales por su omisión en proteger a los activistas y a los migrantes, y por la impunidad que prevalece en los delitos cometidos contra los defensores.
Desde hacía más de 6 años, Adrián trabajaba en el corredor ferroviario y además de donar comida y ropa, curaba las heridas en los pies a los migrantes, asistía a las mujeres embarazadas y acompañaba a los enfermos a hospitales. Wilson llevaba 3 años colaborando como voluntario.