A un poco más de un mes de su inauguración, la Rueda de la Fortuna transportable más grande del mundo ha dejado de ser atractiva tanto para los poblanos como para turistas. Las largas filas de personas que rodeaban el Parque Lineal en los días en que la Estrella de Puebla era la sensación, quedaron atrás. El proyecto turístico  de Rafael Moreno Valle que tuvo una inversión de 400 millones de pesos, hoy, es un páramo en la zona de Angelópolis, apenas y con unos cuantos curiosos que pagan sus 30 pesitos para ver la ciudad desde 80 metros de altura. 

En un recorrido hecho por CENTRAL durante viernes, sábado y domingo a la atracción, se pudo observar a penas un promedio de 50 personas en el Parque Lineal, ubicado en la exclusiva zona de Angelópolis, dispersados entre el “Coffee York”, el parque y la fuente danzante; mientras que poco más de una decena esperaban para subirse a la noria. La escena más deprimente se centra en las góndolas VIP, las cuales no tuvieron ningún visitante durante el fin de semana. 

Además, dentro de las góndolas —18 con una capacidad de 6 personas cada una—se pudo observar sólo a 10 personas, mientras que el sábado las cabinas VIP, que tienen un costo de 300 pesos, estuvieron vacías, desde las 16 horas y hasta las 21 horas, cuando la rueda cierra sus puertas.

El gerente en turno de la rueda morenovallista, Daniel Hernández aceptó que no cuentan con ningún tipo de estudio demoscópico que le ayude a conocer la opinión de los poblanos sobre Estrella de Puebla, ni que arrojen cifras sobre la cantidad de turistas que se encuentran en Puebla y asisten a la noria gigante o si éstos han subido en más de una ocasión a la atracción.

Entrevistados por CENTRAL, personas que estaban esperando su turno para subirse a la Rueda de la Fortuna coincidieron en que el tiempo de espera es demasiado a pesar de que no había mucha gente esperando. Además, los entrevistados revelaron que si subían a la rueda de observación lo hacían porque sus hijos creen que se trata de un juego mecánico que tenía más velocidad, y se decepcionaron cuando se dieron cuenta que el recorrido es lento, dura más de 20 minutos y deben esperar a que dé toda la vuelta para poder bajar.

Las personas también consideraron excesivo el costo de construcción de la rueda transportable más grande del mundo, 400 millones de pesos todo el proyecto; otros más aseguraron que desconocían el monto total de la nueva atracción, además de indicar que no se subirían por segunda ocasión hasta que cambiaran la rueda de la fortuna a otro lugar. 

El costo de la obra morenovallista 

Cabe recordar que a partir de su inauguración de la noria gigante transportarle más grande del mundo tuvo un costo de construcción de 400 millones de pesos, 200 millones de pesos para el juego mecánico y 200 para el Parque Lineal en donde fue colocado, por lo que desde su planeación ha sido objeto de críticas por parte de los ciudadanos.

La inconformidad se acrecentó cuando a sólo 10 días de su inauguración, la rueda se descompuso y fue necesario rescatar a las personas que quedaron atrapadas en las góndolas utilizando escaleras, incluso algunas fueran trasladadas a hospitales debido  a que sufrieron crisis nerviosa.

La polémica instalación de la noria gigante 

El gobernador Rafael Moreno Valle tenía planeado instalar la rueda de la fortuna en pleno Paseo Bravo  sin embargo, por ser Patrimonio Histórico,Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) impidió su instalación en la zona, asimismo, la Secretaría de Transportes (ST) clasificó como reservada toda información respecto al proyecto bajo el pretexto que revelarla ponía en riesgo la inversión. 

Al ser rechazada la instalación en el Paseo Bravo, Moreno Valle trató de arrumbar su obra al Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), derribando árboles, laboratorios y salones que se encontraban dentro de la institución, no obstante, debido a las manifestaciones tanto de alumnos como de padres de familia, el mandatario estatal tuvo que llevar su rueda gigante a otro sitio. 

Al final, el gobernador del estado determinó que la instalación de la noria sería en el "Parque Lineal"  que unió al Parque del Arte y al Centro Integral de Servicios (CIS) en la zona de Angelópolis.

Debido a la controversia que se suscitó al interior de la institución y porque no se puede lograr un consenso, en aras de fomentar la unidad en el Centro Escolar y ante la presión del tiempo para iniciar el proyecto, lo más sensato es iniciar la obra en terrenos propios que están fuera del área de patrimonio histórico”, dijo.

Poblanos con rueda de la fortuna y con 261 mil 852 personas más en miseria

De acuerdo a los resultados del CONEVAL, el incremento neto de probreza en la entidad ahora es de 7.2 puntos en niveles de miseria lo que significa que a Puebla sólo lo superan estados como Chiapas y Guerrero, en un lapso de tres años los índices de miseria en la entidad se incrementaron en 3 por ciento.

Por otra parte se continúa con la contrucción del Teleférico y que ya ha generado pugnas entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y  el gobierno morenovallista por la concesion de permisos para continuar con la obra la cual tiene un costo de casi 200 millones de pesos. 

Rueda morenovallista criticada internacionalmente 

La opacidad sobre el costo de la rueda de observación y los pormenores de su adquisición, ha sido criticada incluso internacionalmente por el diario español  El País, quien publicó que el gobierno de Puebla era un claro ejemplo de "cerrazón mexicana" al emprender arbitrariamente un millonario proyecto de entretenimiento. 

La principal controversia que manejó el diario español, es que la rueda fue pagada con dinero público en una región del país que ocupa el cuarto lugar en pobreza nacional, además de que toda la información relacionada con su instalación y administración fue oculatada.

Además, El País compara la rueda de la fortuna de Puebla con la London Eye, la rueda de corazón de Londres, que a comparación de la de la capital,  Londres cuenta con un alto imán turístico que se encuentra repleta siempre de nuevos visitantes. 

Fotos: Daniela Máximo