El gobernador Rafael Moreno Valle entregó al empresario priista Carlos Hank González la operación del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado (SOAPAP) por los próximos 30 años.
De acuerdo con lo publicado por la periodista de Milenio, Bárbara Anderson, en su columna “El agua de Puebla en manos de Gutsa y Hermes”, Carlos Hank dirigen un fideicomiso bancario de Grupo Hermes el cual forma parte de consorcio que conformaron 4 empresas para hacerse de la concesión del SOAPAP en Puebla.
El empresario Carlos Hank, cuyo consorcio ha presentado serios problemas en la operación del SOAPAP en Puebla, dice que es un sistema innovador y lo llama un “PPS plus” puesto que se trata de una inversión público-privada para mejorar un servicio que provee el gobierno a los ciudadanos:
Es un PPS plus, más innovador. Porque es una posesión pública y privada en donde está la iniciativa privada buscando e invirtiendo en recursos para mejorar el servicio que le provee al estado; sin embargo, no es éste el que paga finalmente, sino que el financiamiento viene directamente del cobro del agua, o sea, los usuario”, explica Hank González.
En diciembre de 2013, el gobierno de Rafael Moreno Valle concesionó el SOAPAP por 30 años al consorcio conformado por 3 empresas mexicanas y una colombiana, Agua de México, Ecpor, Ticsa y el fideicomiso bancario de Grupo Hermes.
El 22 de mayo este grupo comenzó la operación del SOAPAP, y a poco más de un mes, el miércoles de la semana pasada, sus cajas de cobro fueron clausuradaspor la Procuraduría Federal del Consumidor, que detectó fallas en el cobro del servicio, pues el costo se incrementó en un 300 por ciento en la mayoría de los casos y llegó hasta el 5 mil por ciento en otros.
En respuesta, el viernes el gobernador ordenó cancelar todos los recibos de pago emitidos por Concesiones Integrales durante el mes de junio, y reembolsar con saldos a favor el dinero de los usuarios que hayan efectuado el pago.
La empresa está enfrentando ahora un proceso legal en su contra y está a la espera de que la Profeco determine cuál será su sanción económica, la cual podría llegar hasta los 5 millones de pesos.
Esta es la columna publicada por Bárbara Anderson en Milenio el pasado 3 de junio:
El agua de Puebla, en manos de Gutsa y Hermes
Desde hace dos meses la operación del servicio de agua potable, drenaje y alcantarillado de la ciudad de Puebla están en manos de un consorcio de tres empresas mexicanas y una colombiana:
Concesiones Integrales, formado por las firmas Agua de México y Epcor (de la desarrolladora Gutsa de Juan Diego Gutiérrez Cortina), Ticsa (una empresa mexicana comprada hace un año por la Empresa de Servicios Público de la ciudad de Medellín) y un fideicomiso bancario de Grupo Hermes, que dirige Carlos Hank González.
¿Cómo es el negocio? El servicio de agua de la ciudad estaba a cargo del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap) y tenía una enorme necesidad de inversión para mejorar el servicio, eliminar las fugas (que hacían perder 30% del agua potable) y expandir la red de distribución.
Este consorcio privado ganó la licitación en diciembre pasado para hacer todas estas modernizaciones mediante una inversión de más de 3 mil 800 mdp y a cambio del cobro del servicio por los próximos 30 años.
¿Cuántos clientes tiene esta nueva empresa privada de agua poblana? Unos 2 millones de habitantes en 450 mil tomas de agua. Luego de actualizar toda la red, modernizar las plantas purificadoras y solucionar las fugas de agua Concesiones colocará medidores de agua en las casas y la promesa de la empresa es que las tarifas bajen para 70% de los usuarios. Mientras tanto, los reclamos en la ciudad ya comenzaron por aumentos en tarifas en ciertas zonas.
Este será un pinino para esta empresa que buscará luego replicar este modelo en otros municipios mexicanos.