Saturday, 20 de April de 2024

Crónicas marxianas

Domingo, 28 Junio 2015 23:21
Zeus Munive

Tony o Rafa, Rafa o Tony

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Si percepción es realidad, los poblanos que voten por Tony Gali en el 2016 no lo harán por él, sino por el gobernador Rafael Moreno Valle. El candidato en términos reales será el góber poblano y no el alcalde capitalino. El lema de la transformación que tanto se ha usado seguramente estará vigente en la campaña del edil, pues así lo han dejado saber. 

La campaña ya arrancó sólo con el candidato que saldrá respaldado principalmente por el PAN y secundado por el PRD, PSI, Compromiso por Puebla y aún no sabemos si por el PANAL, dado que ese partido a nivel nacional ya es un satélite de la Presidencia de la República. 

El alcalde poblano irá de la mano del gobernador en esta contienda. Moreno Valle marcará el ritmo de la campaña, los tiempos y las estrategias. El alcalde se dejará llevar con el equipo que le elijan y las estrategias que diseñen en Casa Puebla, como ocurrió en el 2013 cuando derrotaron a Enrique Agüera. 

Los priistas iniciarán campaña hasta diciembre o enero que destapen su candidato y eso les restará muchas posibilidades de ganar. El destape que hizo Moreno Valle a favor de Gali -el jueves pasado- los puso en una gran desventaja, porque el alcalde desde la semana pasada está recorriendo el estado con el pretexto de las campañas de salud. 

Gali, o mejor dicho, el gobernador lleva mano.

Si hay priistas que quieran contender por la minigubernatura quieren ganarle o por lo menos darle batalla deberán soslayar la parsimonia del CEN tricolor. Deben arrancar ya, con el riesgo de generar divisiones internas ya que no tendrían limitantes y generarían envidias entre los competidores del 2016 y hasta los que quieren el 2018. 

No obstante, no hay de otra, porque el tiempo lo marcó el gobernador, él puso las reglas e impuso la agenda.

En este momento las condiciones están dadas para que el precandidato Gali sea el triunfador de la gubernatura del 2016, porque el gobernador es de ese partido, porque traen una buena estrategia en imagen y sobre todo porque por quien se votará será por el góber y no por el presidente municipal.

Además, los recursos económicos están de ese lado.

Así como están las cosas, parece ser que se romperá el “gobernador no pone gobernador”, desde Rafael Ávila Camacho que no se vería algo similar cuando este impuso a Fausto M. Ortega en 1957.

En esta ocasión parece ser que gobernador sí pondrá gobernador.

El letargo del PRI y ante una carente estrategia harán que se rompa ese hechizo que ha azotado desde los tiempos del avilacamachismo hasta ahorita.

¿Tendrán la capacidad los priistas locales para ponerse de acuerdo y sacar una sola ficha y trabajar sin dejarse intimidar y comprar como ha ocurrido?

¿El CEN del PRI jugará a ganar en Puebla?

¿Podrán ir unidos?

Un escenario adverso para los priistas que aún no se han puesto de acuerdo en un estadio que controla el gobernador poblano y en donde realmente será –ahora sí- un plebiscito para su trabajo desarrollado en estos años que ha gobernado Puebla.

Y el góber, créanlo, no está jugando a perder.