Wednesday, 24 de April de 2024

Dios en el Poder

Jueves, 20 Noviembre 2014 03:32
Selene Rios Andraca

Dos desgracias mexicanas: La Gaviota y la periodista de las sábanas de Peña

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Son casi las tres de la mañana y no sé qué diablos me irrita más: el regaño efusivo y ofensivo de la Primera Dama mejor pagada de la televisión mexicana embutida en el saco de Doña Lucha o el texto sexista (y machista) de la periodista (¿del Órale?) Sanjuana Martínez de su libro: “Las amantes del Poder”.

No logro decidir qué es peor: La Gaviota regañando a la nación por dudar de ella, de su capacidad económica, de su talento artístico y de sus esfuerzos histriónicos para tener la el dinero para comprar una humilde choza en Lomas de Chapultepec —por ahí de 24 mil pesos el metro cuadrado de cada uno de sus casi dos mil metros cuadrados— de 88 millones de pesos o el trascendente libro de Sanjuana Martínez sobre las sábanas de los políticos mexicanos y de las “otras” que calientan el lecho de los poderosos.

Qué horror.

¿En qué país vivimos en el que desaparecen de la faz de la tierra 43 estudiantes; un alcalde y su esposa son los líderes del cartel más sangriento de Guerrero; un presidente huye a China en plena desgracia nacional; una Primera Dama que se va de antro con el país de luto; las revueltas son más ofensivas y desestabilizadoras que el terror del país;una actriz de Televisa gana 88 millones de pesos en un año; un presidente de la República puede vivir en una casa a nombre de la empresa más beneficiada de sus sexenios y una periodista con “prestigio” escribe los secretos sexuales e íntimos de los políticos?

Casi se me corta la tremenda gripe que traigo cuando vi el video de Angélica Rivera en una de las peores actuaciones de su vida: las manos tiesas y actuadas; un maquillaje sobrecargado y un saco azul de utilería que en su momento hizo famoso Doña Lucha en la famosa serie de María de todos los Ángeles; un pestañeo irritante y una voz enojada, temblorosa para dar un mensaje bastante enredado:

Que ella compró la casa, pero que Televisa se la donó, pero que le dijo a Juan Armando Hinojosa que él la comprara, pero que se la vendió la constructora favorita de Peña Nieto, pero que no es suya todavía, pero que Televisa le extendió la propiedad pero de otra casa, que ella quería otro terreno junto a su casa que le dio Televisa, pero que después la constructora más beneficiada del peñismo le dijo que había otro terreno a un lado, entonces ella le dijo que sí, pero que fuera de ellos mientras construían la casa a su gusto y con su arquitecto,  pero que no es de ella, pero que lo que será algún día porque ella tiene mucho dinero porque fue una actriz bien cotizada y en un año cobró 131 millones 690 mil pesos, pero que ni así pudo pagar la casa de 87 millones de pesos, que hasta ahorita nomás ha pagado casi 15 millones de pesos, pero que como es mucho desmadre que mejor la vende, aunque claro no la puede vender porque la casa está hipotecada…

Respiremos. Volvamos a leer lo anterior (o puede ver la versión extendida en el video si da click aquí)

En pocas palabras, la cotizada actriz —que cobra más que Julia Roberts— sostiene que tiene un madral de dinero para comprarse más casas y para mantener a su familia y que el hecho de que la casa esté a nombre de la Constructora Higa —que ya había ganado un proyectito de un trenecito de unos 50 mil millones de pesos— es pura casualidad porque ella así como conoce empresarios beneficiados del gobierno de su marido, conoce a la artisteada y a otros profesionales.

“Conocí al ingeniero Juan Armando Hinojosa como he conocido a muchos otros empresarios, profesionistas, artistas y otras personas”.

Ah bueno.

En su investigación el equipo de Aristegui Noticias olvidó considerar que la casa de 7 millones de dólares está a nombre de la constructora peñista gracias a las relaciones públicas de la Gaviota y a que conoce a“muchas personas”.

Miau.

Pero las desgracias de este país no terminan ahí. Ahora Sanjuana Martínez estrena un libro llamado “Las amantes del poder” que no hace más que gritar a los cuatro vientos: ¡Enciendan las antorchas y quemen a las putas!

Una periodistaseria y rigurosa se mete a la cama del presidente y en un texto sexista y discriminatorio nos hace saber que es buen amante (¿?), que besa apasionadamente con ardor (¿?), que es un ojoalegre y que la mujer de su vida es Maritza, que la ama en lo oscurito, en lo privado,

Cri. Cri.

Sanjuana Martínez en el afán de hundir la reputación de la señora la exhibe con una cantidad desbordada de epítetos para que al mundo le quede claro que es la otra, el amor clandestino, la amante y por si quedaran dudas, narra cómo La Gaviota le dijo despiadadamente: “¡puta! ¡puta!”

El capítulo dedicado a Maritza Díaz y a su hijo Diego en Las amantes del poder, dice la propia Maritza, está lleno de invenciones y descontextualizaciones de parte de Sanjuana Martínez, quien violó la regla de oro del periodismo off the record y publicó, lo impublicable

Qué bajo cayó Sanjuana esta vez.

Sigo sin saber quién me enfada más: la esposa de Peña Nieto o la señalaamantes.

Queda.