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La crisis que enfrenta Rafael Moreno Valle Rosas ya subió de nivel. Ya no sólo es de credibilidad ya es de inconformidad.
Pasó de ser un tema de falta de confianza a falta de respeto. Además, ya es un tema que está tomando alcances jurídicos, pues los morales ya fueron rebasados.
Y es que entre más se mueve más se hunde. Entre más ataca a sus detractores, a través de troles y columnistas, más se exhibe.
Un día más es un día menos para él.
El viernes pasado, el ombudsman nacional, Raúl Plascencia, calificó al desalojo de San Bernardino Chalchihuapan como “un episodio terrible para los derechos humanos en México” y advirtió sobre la posibilidad de llamar a declarar al gobernador poblano.
Que el Ombudsman lance tal señalamiento contra Moreno Valle no es para ignorarse. No es para decir que no va a pasar nada. No es para tapar el sol con un cohetón y menos con una piedra aunque sea de alto calibre.
Son mensajes para tomar en cuenta.
Ayer, miles de poblanos caminaron por las calles de la ciudad gritando consignas contra Moreno Valle. Ahora a él ya no lo respetan. Ya no le tienen miedo. Ya es un tirano caricaturizado.
Exigieron su salida de Casa Puebla.
Exigieron justicia por la muerte de José Luis Alberto Tehautlie Tamayo.
Exigieron ya no más mentiras.
Ya no más abusos de autoridad.
No más autoritarismo.
¡Moción de orden, señor gobierno!
Las fotografías de la protesta fueron contundentes. Es difícil y hasta poco objetivo calcular si mil 250, si 5 mil 238.25, si 10 mil o si 30 mil, los que asistieron.
Lo más cercano a la realidad es que fueron un chingo.
Y un chingo es un chingo, si se me permite la expresión.
Qué triste el papelón de Comunicación Social ninguneando una marcha. Lo mismo ocurrió cuando Valentín Meneses justificaba a Mario Marín y denostaba la movilización contra el góber precioso, en el 2006. Ahora, Fernando Crisanto convertido en un Meneses hace lo propio para tapar la realidad.
¡Moción de gobierno, señor orden!, es la consigna real contra el sistema que nos gobierna en esto que viene ya siendo un nuevo PRI, enmascarado en PAN, PRD, MC, PANAL, PSI y Compromiso por Puebla.
No sabemos realmente qué va a ocurrir después de esta mega protesta. No sabemos a ciencia cierta qué pasa por la mente del gobernador, pero algo sí está claro, entre más denuestos de su parte hacia sus críticos, sólo hay más desesperación.
Entre más quieran polarizar con la plumocracia poblana y con sus troles en Twitter más están desesperados, pues de no estarlo, por qué ponerle atención a estos pocos manifestantes, como ellos (el gobierno estatal) aseguran.
La marcha de ayer no soluciona nada, sólo pone en relieve lo que los gobernados piensan de sus autoridades. Y sí, le perdieron el respeto, le perdieron la confianza, perdieron la credibilidad en su proyecto.
Le perdieron el miedo.
Moreno Valle ahora deberá entender que cada día que pase es un día con menos poder. Y en eso el tiempo es inexorable. Podrá ser el dueño de los relojes más caros de todo el mundo, pero los ciudadanos siempre, siempre, siempre, serán los dueños del tiempo.
¡Moción de sistema, señor orden!