Thursday, 25 de April de 2024

Dios en el Poder

Miércoles, 01 Octubre 2014 03:49
Selene Rios Andraca

El perdón de Moreno Valle

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Algunas veces, uno aprende del que menos se lo espera. Públicamente, Rafael Moreno Valle parece un tipo frío, sin sentimientos, hosco, duro, despectivo y capaz de vender a Jesucristo por 30 denarios, sin embargo, el gobernador tiene un corazón sensible y un interés espiritual —que no cualquiera— que lo llena de luz.

No crean que de la mortificación por esas 24 horas en las que CENTRAL desapareció de nuestras vidas, quedé loca o recaí en las drogas. Pero después de enterarme de las andadas del jefe de la Oficina del Gobernador en el PRI, entendí que el mandatario tiene gestos de amor y compasión que me hicieron creer en la humanidad otra vez.

Creo que, gracias a Moreno Valle,  puedo recuperar la fe en las personas.

Hasta siento que le salen corazones de colores de su pronunciado —y cuestionado— pecho.

Sin duda, Moreno Valle con su exagerada capacidad de perdonar nos enseña a todos que es un digno ejemplo del amor al prójimo:

Que si Juan Pablo Piña renunció a la (hoy extinta) Secretaría de Defensoría Pública, Moreno Valle lo entendió.

Que si Juan Pablo Piña abandonó el gobierno para tener una mejor vida, Moreno Valle lo comprendió.

Que si Juan Pablo Piña se re-insertó a las filas del PRI, Moreno Valle lo resintió pero lo justificó.

Que si Juan Pablo Piña asumió la Secretaría General de la Fundación Colosio a nivel nacional, Moreno Valle lo lamentó pero se enorgulleció.

Y no, eso no fue lo peor que hizo Piña Kurczyn.

Lo peor fue su boquita.

Su bocota, pues.


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Es tradición que la gente hable pestes del ex jefe y más si el nuevo patrón es César Camacho ¿No?

Que si el ex jefe un neurótico, psicópata, desequilibrado mental.

Que si un pinche loco.

Que si me rompía los acuerdos y me los aventaba en la cara.

Que si le renuncié tres veces a la Secretaría y me rogó.

Que si me gritaba delante de todos.

Que si me dejaba como un pendejo.

Que si la canoa no sé qué.

Que si la marrana se le escapa al monte.

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Moreno Valle sin titubear, le abrió las puertas del gobierno y de su corazón.

Lo nombró Jefe de la Oficina del Gobernador.

Lo designó como el vigilante del cumplimiento de las recomendaciones de la CNDH por el caso Chalchihuapan.

Lo deja hacer pre-pre-pre-pre campaña en Teziutlán con recursos públicos.

Le da permiso de ir en un mes, ocho veces a su pre-pre-pre-pre campaña de posicionamiento.

Le presta un helicóptero para su pre-pre-pre-pre-pre campaña.

Y hasta le ofrenda  #Rafaperiodistas para que repartan despensas y escriban textos arcaicamente electorales.

Cuánta nobleza hay en el corazón de Moreno Valle.

Hasta quiero llorar.

¿Ustedes como yo recuperaron su fe en la humanidad?
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El Auto Increíble de Juan Pablo Piña (aclaración a la aclaración).

Dice la colaboradora de Sexenio Alejandra Gómez Maccia que en CENTRAL mentimos de manera dolosa al asegurar que Juan Pablo Piña utiliza recursos públicos y helicópteros para su pre-pre-pre-pre-pre-pre campaña en Teziutlán.  

Que descontextualizamos su porno-crónica y que mentimos para dañar la imagen del Señor Gobernador Rafael Moreno Valle porque en CENTRAL odiamos todo lo que huela al Señor Gobernador Rafael Moreno Valle.

La articulista de Sexenio quiere que pensemos que Juan Pablo Piña —además de ser un tipo suelto y desparpajado que tiene una conexión inédita con la gente de Teziutlán— posee el Auto Increíble o de plano tiene un súper poder capaz de transportarlo de un lugar a otro y luego regresarlo al mismo lugar a velocidades extraterrenales.

Let´s see.

De acuerdo al texto de @Alemaccia,  Juan Pablo Piña viajó de Xiutetelco a Puebla (190 kilómetros) en 15 minutos, aunque nunca especifica en qué medio de transporte se trasladó el jefe de la Oficina del Gobernador.

A las 17:45 Juan Pablo Piña se despidió de sus fans en Xiutetelco para llegar  “al parecer puntual” a su cita en Casa Puebla a las seis de la tarde con el Señor Gobernador Rafael Moreno Valle.

#Poscómo

Xitutetelco-Puebla: 190 kilómetros, en 15 minutos.

Amazing.

Dice la defensora del Jefe de la Oficina del Gobernador que a las 10 de la noche el aludido ya estaba de regreso en Teziutlán.

#Shazam

Dubidubá-dubidibú.

Y yo miro al cielo, levanto los brazos y pregunto:¿Qué súper poder tiene Piña para en Cuatro horas ir de Xiutetelco a Teziutlán, quitarse el jeans y el chaleco, ponerse el traje de rigor, acordar con el gobernador, dar el reporte del día, entregar las peticiones recogidas y volver a Teziutlán para una reunión con transportistas?

Y Ale Maccia responde: “Porque los tiempos del jefe de la oficina del gobernador, Juan Pablo Piña, deben ser casi como los  tiempos de Dios (o de un lord inglés): perfectos y precisos”.

#Plop.

Vuelvo a mirar al cielo, con los ojos inyectados de sangre y pregunto con la voz rota: Si no viajó en helicóptero ¿Qué carro tan veloz y futurista trae el Jefe de la Oficina del Gobernador que desafía la velocidad de la luz, el tráfico, las fotomultas y viaja 190 kilómetros en 15 minutos y otros 160 kilómetros en el mismo tiempo?

Lejana, la sexy voz de Ale Maccia me responde: “La prisa es la compañera constante. Pero también constantes son los retrasos de un funcionario porque, de un acto a otro, las personas de las que se despide requieren su atención (el duro oficio de servir, va de la mano del sublime arte de la cortesía)”.

Iú.

Hasta la pancita se me revolvió.

Ni Fabián Gómez se rebajaría a tanto, por Dios.

Bueno, Fabián tampoco se sorprendería de las Mesas de Trabajo, ni por ver a un funcionario llamar por teléfono.

Queda.