Thursday, 28 de March de 2024

Crónicas marxianas

Lunes, 23 Marzo 2015 23:12
Zeus Munive

Compran el voto allá en Teziutlán

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Juan Pablo Piña está en problemas. Sus números van a la baja. Todos los días, el  cabello relamido del candidato panista termina despeinado al ver su triste realidad. De nada sirvió regalar carretonadas de despensas desde finales del año pasado. De nada sirvió utilizar la estructura del gobierno estatal para promover su imagen.

 De nada ayudó la campaña negra en contra de Nancy de la Sierra, su principal contendiente, acusándola de malversar los recursos de Prospera.

Piña está en problemas.

No sirvió usar el ayuntamiento teziuteco como oficina de campaña ni viajar en el helicóptero oficial fungiendo como jefe de la oficina del gobernador poblano.

Todos los días recibe un reporte de cómo van sus números. Nada halagadores los resultados. Su sonrisa se transforma en una mueca cada que ve los resultados. Y eso que le ha invertido. Y que se ha reunido con la estructura de la SEP  y con los alcaldes, así como líderes de la región.

Pero nada ha servido.

Es una mala fotografía de una vieja imposición priista. Él mismo es un político viejo enfundado en un cuerpo joven pero que no sabe cómo acercarse a la gente, cómo convencerlos, cómo lograr moverlos.

Dicen que la corrupción se trae en las venas. Su papá, Mariano Piña Olaya, hasta hace años era considerado como el gobernador más corrupto que había tenido Puebla hasta que apareció Mario Marín.

Bueno, Mario Marín también fue una creación del piñaolayismo. No hay mucha ciencia al respecto.

Así que Juan Pablo Piña fiel a su ADN ya comenzó a repartir 8 mil pesos a cada jefe de familia para que se convierta en promotor al voto de su hasta ahora fallida precampaña. Y si tomamos en cuenta que son más de 100 personas quienes serán sus promotores, háganle números.

En esa campaña hay mucho dinero. Muchísimo. Piña se está jugando todo. Hasta el apellido, pues sabe que la respuesta del gobernador, en caso de perder, será implacable, pues Moreno Valle ha puesto todo en este distrito.

El joven Piña y su cabello relamido lo saben.

Moreno Valle lo sabe.

Los operadores de campaña de la región de Teziutlán, también.

Los números no cuadran. Las encuestas no favorecen en nada al hijo del ex gobernador, a este junior de la política. A este Mirrey de clóset.

Así que no queda de otra más que aflojar la chequera. Apuntar las baterías contra Nancy de la Sierra (claro también hay que aflojar la chequera para eso) seguir repartiendo la despensa con huevo sucio, arroz quebrado y aceite viejo y usar la estructura del gobierno para hacer la campaña.

Ni hablar, Juan Pablo Piña no conoce otra forma de hacer política. Eso ya se trae en el ADN y no es tan fácil quitar.

Ya lo dijo Francis Underwood en la última temporada de House of cards: “Yo no respeto a los que anteponen el dinero al poder… pero en tiempos electorales el dinero es lo más cercano al poder”.

Así que si usted es de los que se quedó sin  trabajo por el último recorte estatal, no lo dude ni tantito allá en Teziutlán hay unos vales de ocho mil pesos, libres de polvo y paja.

Además, habrá despensas.