Saturday, 20 de April de 2024

Cultura para mortales

Lunes, 18 Agosto 2014 22:25
Sarah Banderas

Festejando a Cortázar

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Descubrir al escritor argentino Julio Cortázar me llevó 10 años, desde que leí por primera vez su obra cumbre Rayuela que me dejó más desconcertada que fascinada (lo que me hizo sentir muy ignorante al no encontrarle lo extraordinario que todo mundo proclamaba), hasta una década después que tropecé con sus fabulosos cuentos, dejándome placenteramente enajenada.

Este 26 de agosto Cortázar cumpliría 100 años, pero con los 69 que nos regaló fue más que suficiente para heredarnos una literatura sin igual.

Y no he de hablarles de su vida, nacimiento, estudios, publicaciones y trágica muerte, pues eso habrán de encontrarlo resumido en cierta página de internet de dudosa procedencia, más bien platicarles brevemente mi lectura de su literatura y ver si compartimos ustedes y yo puntos de vista.

 

Sus cuentos

Los personajes de Cortázar son complejos, no viven situaciones “normales”, lo cual los empuja a revelar la perversidad de la naturaleza humana. Navegando entre mundos mágicos y sobrenaturales, encontramos niños que comienzan a descubrir sus pasiones, desde las más nobles hasta las más malignas, y hombres y mujeres atormentados por encontrarse a sí mismos, llenos de contradicciones y secretos.

Una característica de sus cuentos –algunos- es el desdoblamiento, es decir que hay personajes dobles, que viven en mundos paralelos y son el reflejo de la dualidad humana, ese bien y mal que habita en todos los seres.

Cortázar no desperdicia palabras, cada una tiene un sitio perfecto. Siempre encontró la manera de reinventarse. Ninguno de sus cuentos resulta redundante o duplicado y, cómo no serlo si fue lector asiduo y traductor del maestro del relato, Edgar Allan Poe.

“Casa tomada”, su primer cuento publicado, es la historia de dos hermanos con una relación extraña que sufren la invasión de algo, alguien o algunos (nunca termina por esclarecerse el misterio) en su casa lo que los orilla cada vez más a recluirse en espacios pequeños. Nos lleva de la mano por la angustia y el temor de lo desconocido.

Bestiario, el primer libro de cuentos publicado por el autor, contiene un relato del mismo nombre “Bestiario” que trata sobre la presencia de un tigre dentro de una casa y al cual todos huyen, mostrándonos Cortázar que en la vida doméstica siempre hay una fiera (es decir secretos como la violencia, el estupro, la infidelidad) al que todos tememos y no enfrentamos.  Nos sumerge en la inocencia de la niñez, hasta la perversidad de la adultez.

“La noche boca arriba” nos remite a la época prehispánica en nuestro país, donde un hombre va a ser sacrificado y lo único que lo impide es su vigilia, pues cada vez que sueña se acerca más a su destino. Nos conduce a la fatalidad, a la cual nos acercamos inevitablemente e intentamos retrasar con esperanzas, anhelos, sueños y metas.

“Instrucciones para llorar”. Cortázar también era un maestro de la ironía, donde llegó a burlarse de sí mismo y de su profesión como escritor.

El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente…”

 

Sólo por no dejar: la famosa Rayuela

El argentino Horacio Oliveira, el odioso protagonista de esta novela es un tipo sin rumbo, que va por la vida reafirmándose a sí mismo a costa de quien lo acompañe en cada momento, ya sea La Maga o Traveler.

La novela se divide en dos partes: “El lado de allá” que se desenvuelve en París y el argumento gira en torno a la relación destructiva de La Maga y Oliveira sumergida en un ambiente bohemio de tertulias con el Club de la Serpiente, alcohol y disertaciones filosóficas interminables que no llevan a ningún lado.

La segunda parte se denomina “El lado de acá” que es el regreso de Oliveira a su natal Argentina y el reencuentro con su mejor amigo Traveler (que representa la otra cara de Horacio, su yo compasivo,) y su novia Talita; donde Oliveira continúa procrastinando e intentado demostrar su teoría sobre la infelicidad a la que está destinada el hombre.

Para no abundar más en el argumento y estructura, he aquí una interpretación personal de tan sólo la tercera parte de UNO de los 155 capítulos que componen la novela:

“En ocasiones sucede que cuando uno se encuentra con el otro o consigo mismo, el encuentro no cuaja, pero entonces, si no es lo que se esperaba, ¿la búsqueda debe iniciar de nuevo o es que quizá nunca se detiene?”

ME ABRUMA LA DENSIDAD DE LAS MÁS DE 700 PÁGINAS…Después de la tercera lectura, creo que aún no estoy lista para ella.

 

ENTONCES…

Si usted es novato en Cortázar le sugiero comenzar por sus cuentos, cualquiera, el que escoja, el que encuentre, el que le presten, todos son maravillosos. “Continuidad de los parques” sería un buen inicio ya que sólo abarca dos páginas magistralmente llenadas que le dicen mucho de la obra del escritor.

En lo personal mis favoritos son “Casa tomada”, “La noche boca arriba”, “Los venenos”, “La autopista del sur”, “Circe”, “Las babas del diablo”.

Después de leer una cantidad considerable de cuentos, finalizando con “El perseguidor”, que es el preludio de su obra cumbre, puede intentar descifrar Rayuela. Si usted tuvo éxito puede culminar con la complicadísima 62 Modelo para armar.

Si usted desistió con Rayuela no se preocupe, puede seguir con los cuentos que son extensos y con ello tendrá una idea bastante amplia del pensamiento cortazariano (yo aún sigo embebida con ellos. Desistí de desentrañar Rayuela. Siento cosquillas en mi cabeza cuando leo las discusiones del Club de la serpiente). Si usted terminó Rayuela, antes de que Rayuela terminara con usted, felicidades usted engrosa la lista de los adelantados que la leyeron por completo.

…BY THE WAY

Google nos recordó el 30 de julio el 110 aniversario del nacimiento del escritor mexicano Salvador Novo, personaje muy singular que perteneció al grupo de Los Contemporáneos, conocido por sus tendencias homosexuales.

Yo lo recuerdo con uno de sus versos más sublimes:

“¿QUÉ HAGO en tu ausencia? Tu retrato miro;

él me consuela lo mejor que puedo;

si me caliento, me introduzco el dedo

en efigie del plátano a que aspiro.

 

Ya sé bien que divago y que deliro,

y sé que recordándote me enredo

al grado de tomar un simple pedo

por un hondo y nostálgico suspiro.

 

Pero en esta distancia que te aleja,

dueño de mi pasión, paso mi rato,

o por mejor decir, me hago pendeja,

ora con suspirar, ora con pedo,

premiando la ilusión de tu retrato

y los nuevos oficios de mi dedo.

(Sátira: El libro ca… 1970).