Estudiantes del Tecnológico de Monterrey Campus Laguna denunciaron que la institución, con instalaciones en Torreón, Coahuila, prohibió a los alumnos homosexuales formar parte de la fiesta de graduación de la preparatoria. La denuncia fue colocada en Change.Org, en donde se solicitan firmas; está basada en un texto de un ex profesor, publicado en Facebook, en el que confirma políticas que podrían considerarse discriminatorias.
Se solicitó al Tecnológico de Monterrey Campus Laguna una opinión al respecto. Fernando González, director de Comunicación e Imagen del Tec de Monterrey, dijo que están conscientes de la denuncia pero que la institución no organiza la graduación de los estudiantes. Su trabajo, dijo, se limita a la entrega de papeles.
“Sí tenemos entendido la revuelta que se está haciendo al respecto. Pero lo que pasa es que, en primer lugar, el Tecnológico no organiza la fiesta de graduación la organiza la sociedad de alumnos de Prepa. Por eso no hemos ninguna aclaración oficial. No es un evento que organice el Tecnológico, nosotros nada más organizamos la entrega de papeles. Y en segundo lugar los chavos, en su reglamento que hicieron para el evento, no han prohibido eso. Es una noticia sin fundamento”.
Agregó que habló con los organizadores de la fiesta, estudiantes, y ellos dijeron que nunca se ha negado a alguien participar. “Yo cuando me entere de esto les pregunté a los alumnos que organizan el evento y me dijeron no, que en ningún momento lo prohibieron y que en el reglamento que hicieron no está prohibido”.
En su página web no había, este lunes, una reacción a la denuncia; González dijo a SinEmbargo que no habrá posicionamiento porque “pensamos que es darle importancia a algo que no lo merece”. En Internet hay un mensaje del rector David Noel Ramírez Padilla, que dirigió a los académicos de los 31 campus del Tecnológico de Monterrey.“Tú y yo no somos instructores, somos formadores de seres humanos”, dijo el 16 de mayo. “El Modelo Tec Siglo 21 busca darle al alumno las herramientas que lo hagan trascender el día de mañana”.
La petición en Change.org está dirigida al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Campus Laguna; al director general del Campus, Martín López Méndez, y a la directora de la división de preparatoria, Cristina Fuentes de Sesma.
Indica: “Se promueve como una institución con una ideología ‘global’, basada en la argumentación y la lógica. Desafortunadamente la institución ha decido darle la espalda a estos valores y prohibirle a los estudiantes homosexuales formar parte de la graduación plenamente. Los estudiantes homosexuales no tienen permitido llevar una pareja del mismo sexo durante la pasarela de la graduación. Se le pide a esta institución que revoque esta decisión y le permita a los estudiantes homosexuales tener la misma experiencia en la graduación que tienen los estudiantes heterosexuales. ¿Dónde está parado el Tec? ¿En la aceptación, el conocimiento, y la apertura; o en la homofobia?”.
Jacobo Tafoya, ex profesor del Tecnológico de Monterrey, dijo hace dos días en su cuenta de Facebook:
“Nuevamente en la fiesta de graduación de la Prepa Tec Campus Laguna se prohibieron tajantemente las parejas homosexuales, y ahora hasta lo escribieron en el reglamento, a pesar de que cerca del 10 por ciento de la generación es abiertamente homosexual (en un campus donde alrededor del 20 por ciento lo es). También, el alumnado tiene prohibido fundar un grupo estudiantil LGBT, bajo el argumento de que no se permiten grupos con fines ‘religiosos o políticos’ (siendo que el campus sí avala y promueve al grupo de Lazos Misioneros -legionarios- y que el rector de todo el sistema, David Noel Ramírez, lasallista, en cada ceremonia de graduación les exige a los graduados agradecer a Dios antes que a sus padres)”.
Tafoya denunció: “Dicen que es para proteger a los muchachos de exponerse al juicio de padres y demás invitados (siendo que casi la totalidad de los alumnos no tiene problema alguno con el asunto y apoyan a sus compañeros homosexuales). Ya son varias las generaciones que han tenido que luchar, sin éxito, contra esta moral sin sentido humano. La mentalidad es la misma que tiene quien antes de intentar educar al violador, le exige a la persona violada que no se exponga. También pídanle entonces a los buleados que no sean tan buleables”.
“Como le dije a la directora de prepa/secundaria en la fiesta de graduación de hace dos años: a los muchachos no los están protegiendo de nada, ellos saben que las primeras generaciones se las verán duras contra una mentalidad nociva que la escuela está alentando al prohibir enfrentarla”, agregó.
“No se olviden, gente que pone las reglas ahí, que primero se deben a sus estudiantes, antes que a cualquier otro interés, y que toda medida que tome la escuela debe ser con fines educativos. ¿Qué educación pretenden impartir al prohibirle las parejas homosexuales a una generación que está de acuerdo con ellas? ¿Qué les están enseñando? Recuerden que la moral es relativa y constantemente mutable. ¿Qué tal si se dejan de tonterías moraloides y mejor deciden avanzar hacia la libertad humana, en vez de estar retrocediendo, como está de moda hacerlo en este país?”, dijo.
Concluyó: “Y señores, en nadie más que ustedes va a estar la lucha para educar a esos adultos, para exigir que los respeten. Ya ustedes sabrán cómo actúan. Tal vez no alcancen los frutos de su lucha, pero sí le prepararán el terreno a las próximas generaciones para que ya no tengan que invertirle tiempo a luchar contra mentalidades tan parcas”.
Al respecto, Fernando González dijo que “la noticia surgió en el muro de [Facebook] de un profesor que ya no labora para nosotros, Jacobo Tafoya. Recientemente prescindimos de sus servicios, entonces no sé si esté molesto o por qué esté publicando esto”.
En la página de Change.org hay varios comentarios de apoyo, aunque la petición subió apenas hoy. Una mujer que se identifica como Ana Madero, coordinadora general de bienestar estudiantil del grupo AIRE Campus Mty, dice, por ejemplo:
“Abogo por una mayor apertura a la diversidad sexual y de género en el Tec, para bienestar de la comunidad LGBTQIA de ITESM a nivel nacional”. Por su parte, Annaid Hernández Villa dice: “Porque si somos una institución pionera en la educación, no debemos ni podemos tomar una actitud que no promueva la libertad de expresión”.
Mara Ibarra, usuaria de Facebook, escribe en el post de Tafoya: “Ahí en donde nos imparten clases de Ética, Persona y Sociedad, la cual nos dice cómo debemos aceptar las opiniones de TODOS. Cuando ellos mismos no lo hacen, además hay tantas personas que son parte de la Institución que no respetan la parte ética y moral dentro de las mismas instalaciones”.
Hoy por la tarde, Tafoya dijo, también en Facebook: “Al parecer no existe tal regla escrita en la que a los graduandos de la Prepa Tec Campus Laguna se les prohíba ser acompañados a su fiesta de graduación con una pareja de su mismo sexo (y así lo he desmentido a algunos medios que me han contactado para referencia, como Animal Político y SinEmbargo). Cometí el error de mencionarlo fiándome del testimonio de una persona perteneciente a la generación en cuestión, sin tener en la mano dicho documento. No obstante, esto no hace menos grave la situación, pues la prohibición verbal ha existido, al menos con las cinco generaciones que yo acompañé y con esta sexta. Verbal y moralmente algunos directivos se han opuesto y el asunto se entendía como una regla no escrita (no como una sugerencia) que ya había indignado y ofendido a bastantes estudiantes (uno es bastante); miembros de las planillas estudiantiles anteriores ya habían sostenido discusiones con los directivos sobre esta situación. El problema, pues, existe y para comprobarlo basta el testimonio de tantos alumnos”.
El ex profesor agregó que “hoy en junta breve y emergente con todos los miembros de la generación, los directivos de la preparatoria niegan haber expresado alguna vez esta prohibición y les dicen a los alumnos que el asunto es decisión de ellos; ahora, ya que vieron su imagen dañada, se muestran abiertos a la idea y sugieren que cada alumno que decida ir acompañado de su pareja homosexual debe consultarlo primero con su familia”.
Concluyó: “Reitero: no hay prueba de tal regla escrita, y desmiento eso, pero la prohibición verbal por supuesto que ha existido, al menos hasta hoy, que por fin se vieron obligados a ceder a la presión social y negarla. Ojalá, a la par de este intento de salvar la imagen institucional, también se hayan dado cuenta del poder que tiene la unión de los alumnos, esta vez ante políticas verbales ya obsoletas y discriminatorias, y vayan erradicando ideologías similares en otros aspectos”.