Thursday, 25 de April de 2024
Jueves, 18 Septiembre 2014 06:51

El día en que Moreno Valle fue el copiloto de Peña Nieto

El pobre Rafael Moreno Valle tuvo un momento único cuando, después de tanto drama por el caso Chalchihuapan, la suerte le sonrió y el mismísimo Enrique Peña Nieto le permitió ser su copiloto en un recorrido que realizaron distintos funcionarios en un tramo del nuevo Corredor México - Tuxpan

Por : César Roa / @Chilango_Roa

El sueño de todo político y aspirante al poder es compartir aunque sea un pequeño momento con el presidente de su país y justamente la suerte por fin le ha sonreído al  gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, pues  ayer la hizo de copiloto de nada más y nada menos que del presidente Enrique Peña Nieto.

Durante la inauguración del último tramo carretero del corredor México – Tuxpan, el cual tardó en ser concluído nada más y nada menos que 20 años, se reunieron los mandatarios de los estados que atraviesa dicha mega vialidad.

Javier Duarte de Veracruz; Rafael Moreno Valle de Puebla;  Eruviel Ávila del estado de México; José Francisco Olvera de Hidalgo y no podía faltar, el titular del ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto.

Tras finalizar los respectivos protocolos de uso de palabra, agradecimientos y bla bla bla, los gobernantes decidieron dar un recorrido en un tramo de la mega obra y fue ahí cuando los ojitos le brillaron a Moreno Valle.

Todos dieron un vistazo rápido al paisaje del lugar y en cuanto llego la camioneta en la que recorrerían el corredor, #Zas, Moreno Valle fue el primero en subirse, ocupando el lugar del copiloto.

Como no queriendo la cosa, Javier Duarte y el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, ocuparon los lugares de atrás. Posteriormente, Peña Nieto tomó el lugar del piloto y arrancó el pequeño viaje mágico para el gobernador de Puebla.

Las fotos oficiales que proporciona la Secretaría de  Gobernación nos muestran la carita llena de ilusión de Moreno Valle pues, después de tantos eventos, el presidente de la república por fin le hizo caso.

Y así, fue como la suerte le volvió a sonreír a Rafael, aunque sea un día y aunque sea de copiloto.